La garantía es una especie de contrato entre el comprador y el fabricante del automóvil por la que éste se compromete a reparar los fallos mecánicos que se produzcan en el coche en los talleres oficiales, quedando excluido las rayaduras y los derivados de accidentes.
Las cláusulas suelen variar de unos vehículos a otros y habitualmente suelen existir apartados restrictivos que conviene leer detenidamente y consultar con el vendedor aquellos aspectos que no se entiendan.
En lo que sí coinciden todas las marcas es en la obligatoriedad de cumplir con los plazos marcados por ellos para que el auto se someta a las revisiones periódicas en los talleres oficiales. Además, implica también que no se pueden hacer reparaciones fuera de los servicios de la red del fabricante. Lo contrario podría suponer la ruptura de la garantía ofrecida por la marca al no cumplir con lo establecido el comprador.