Un trabajo publicado por el Centro de Investigación Sobre Anomalías Congénitas (CIAC) del Instituto de Salud Carlos III -organismo público de investigación adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación- en la edición Online First de Journal of Medical Genetics, recomienda que los varones tomen pequeñas cantidades de ácido fólico y abandonen el consumo del tabaco y el alcohol al menos tres meses antes de buscar el embarazo de su pareja.
Este estudio defiende que la prevención para tener un hijo sano «no sólo es responsabilidad de las mujeres, sino también de los hombres», señala el Ministerio de Sanidad. Si ambos progenitores siguen las recomendaciones antes citadas «la probabilidad de que disminuya el riesgo que tienen todas las parejas de tener un hijo con defectos congénitos sean hereditarios o esporádicos, cifrado entre un 3% y un 6% en cada embarazo, disminuye considerablemente».
La investigación, firmada por María Luisa Martínez Frías, directora del CIACISCIII, revisa los actuales conocimientos sobre los mecanismos epigenéticos que se producen desde el momento de la fecundación y durante todo el desarrollo embrionario y fetal, así como durante la formación y maduración de los gametos y comenta varios ejemplos de los que ya se conocen que alteran estos procesos, como ciertas sustancias químicas que han demostrado su efectos al causar defectos congénitos y riesgos para padecer ciertas enfermedades durante la vida de adultos. Al igual que ocurre con el alcohol, tabaco, deficiencias nutricionales y ciertos medicamentos, explica Sanidad.
Tras observar los resultados del estudio, se concluyó que estos conocimientos tienen importantes implicaciones para prevenir defectos congénitos hereditarios y ambientales, así como enfermedades de aparición durante la vida de adultos e insiste en la intervención preventiva por su eficiencia, porque no tiene riesgos, es fácil y resulta muy barata.
Martínez Frías aconseja que tanto el hombre como la mujer deben tomar 0,4 mg de ácido fólico diarios, seguir una alimentación sana y equilibrada, no fumar, no ingerir bebidas alcohólicas, no tomar medicamentos sin consultar con el médico, seguir rigurosamente las normas para prevenir riesgos laborales, sobre todo con los productos químicos, desde tres meses antes de abandonar el método anticonceptivo y mantenerlas durante todo el embarazo la madre.