Ayer comenzó en el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Barcelona el tercer juicio por los efectos secundarios del medicamento contra la menopausia «Agreal», de la farmacéutica Sanofi-Aventis. Declararon 16 de las 127 demandantes, que relataron los daños que les causó el fármaco, en cuya eficacia insiste el laboratorio.
Las cerca de 130 mujeres que presentaron esta tercera demanda, la que aglutina un mayor número de denunciantes, piden unos 60.000 euros de indemnización por persona, lo que eleva la compensación que se reclama a Sanofi-Aventis a 7,8 millones de euros.
Una a una las afectadas, procedentes de distintas partes del país, describieron los daños físicos y psíquicos que les provocó «Agreal», como depresión, crisis de ansiedad, pérdida de memoria, temblor, dolor muscular y parálisis facial.
Las mujeres, de entre 45 y 68 años, aseguraron que antes de tomar el fármaco eran personas sanas y alegres, y que fue al iniciar el tratamiento con «Agreal» cuando empezaron a sufrir los primeros síntomas y complicaciones. Varias de ellas alcanzaron tal punto de desesperación que intentaron suicidarse.
Pese a los testimonios de las afectadas, algunas con las secuelas todavía visibles, Sanofi-Aventis insistió en que el medicamento es «eficaz y seguro», y negó que sea el causante de los daños sufridos por las demandantes.