Aplican en España una técnica pionera en Europa para operar la próstata sin cirugía

La intervención, mínimamente invasiva, se hace con un rayo láser y el paciente recibe el alta a las tres o cuatro horas
Por EROSKI Consumer 2 de agosto de 2002

A los hombres que deben pasar por un quirófano para operarse de la próstata se les abre un camino más sencillo, que les ahorrará muchas molestias y efectos secundarios. Un método de vanguardia permite extirpar la glándula prostática sin recurrir a la cirugía convencional. La intervención, denominada fotovaporización, se hace a través de un rayo láser que emite un haz de luz verde que se encarga de destruir toda la próstata. Esta nueva técnica, que es completamente indolora, sólo se hace en Europa en la Clínica malagueña Santa Elena y la llevan a cabo los urólogos Pedro Torrecillas y Norberto Macías. Ya han sido operados con éxito tres enfermos que padecían una hiperplasia benigna de la próstata (aumento de tamaño).

Las ventajas de esta novedosa tecnología son que los pacientes no sangran, no son sondados ni precisan lavados vesicales, se marchan a su casa a las tres o cuatro horas de la operación y pueden hacer su vida normal a las 48 horas de haberles extraído la próstata (trabajar, viajar, etcétera), explica el doctor Torrecillas, pionero en Europa en la aplicación de este método.

«Este tratamiento supone una alternativa magnífica para cualquier hombre al que haya que quitarle la próstata. Es una cirugía mínimamente invasiva, con unos resultados excelentes», asegura el especialista en urología.

Otros dos aspectos positivos son que el láser permite la destrucción de próstatas de gran tamaño y que la incidencia de la eyaculación retrógrada (el semen se va hacia la vejiga) es mucho menor que si se recurre a la cirugía tradicional, y en muchos casos los pacientes se recuperan y vuelven a eyacular normalmente. Asimismo, el flujo de la orina del enfermo mejora más del doble tras la intervención.

Láser Niágara

Para practicar la operación se utiliza un láser denominado Niágara. El equipo preciso para la operación está valorado en 300.000 euros. Los urólogos utilizan un citoscopio (un tubo del grosor de un lápiz) que se introduce por el pene del paciente. Por el interior del citoscopio circula una fibra por la que va la luz del láser. El láser se aplica directamente en la zona que se quiere extirpar. La luz que se irradia en la próstata tiene una especial apetencia por los vasos sanguíneos y logra la vaporización de los tejidos prostáticos, que son eliminados en su totalidad sin que haya sangrado.

Ésta es una de las características que diferencian este método de la operación tradicional de la próstata, en la que los pacientes sangran de forma abundante y necesitan sondas y someterse a lavados vesicales.

El láser Niágara no sólo se utiliza en casos de hiperplasia benigna de la próstata (adenoma), sino también en tumores de vejiga, estenosis (estrechamiento) de la uretra y en contracturas del cuello de la vejiga. Al no haber sangrado y no existir contraindicaciones, no hay tope de edad para operarse ni de la próstata ni de la vejiga, afirma el doctor Torrecillas. El precio de la intervención oscila entre 3.600 y 4.200 euros. El Servicio Andaluz de Salud no financia la operación.

La investigación científica y clínica de la vaporización de la próstata se ha realizado en Estados Unidos, en la Clínica Mayo, donde hasta la fecha se han efectuado más de mil intervenciones con el láser, que ahora ya se usa en Málaga.

La segunda ciudad europea donde se hará esta técnica será Milán; la tercera y la cuarta serán Munich y Berlín, respectivamente. «Es un método que va a tener una importante demanda, ya que ofrece unos estupendos resultados y ahorra muchas molestias a los enfermos», subraya Pedro Torrecillas.

Forma de nuez

La próstata es una glándula sexual masculina que tiene el tamaño y la forma de una nuez. Está situada delante del recto, debajo de la vejiga y rodeando una porción de la uretra (conducto por el que pasa la orina desde la vejiga hasta el pene). Esta glándula, que forma parte del sistema reproductivo del hombre, cuando es estimulada por la hormona testosterona produce fluidos para el semen. La próstata también se encarga de decidir cuándo tiene que salir orina por el pene y cuándo debe hacerlo el semen.

La patología prostática es muy frecuente en los hombres, sobre todo de los cincuenta años en adelante. Para prevenir la aparición de un tumor es conveniente hacerse una revisión anual a partir de los 45 años.

Los síntomas más frecuentes de la hiperplasia benigna son: flujo débil al orinar, dificultad al empezar la micción, orinar con mucha frecuencia, necesidad de orinar por la noche, urgencia miccional (necesidad imperiosa de orinar), interrupción del flujo urinario (detenerse y volver a comenzar), goteo al terminar de orinar y dolor o ardor en la micción.

Aunque existen tratamientos farmacológicos para reducir las molestias de ese aumento excesivo de la próstata, en muchos casos la solución más efectiva es la operación.

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