Entrevista

Francisco Villarejo, director del XI Simposio Internacional de la Columna Vertebral

Del 90% de personas que sufren dolor de espalda durante su vida, más de la mitad necesitará operarse
Por Clara Bassi 24 de diciembre de 2013
Img f villarejo hd
Imagen: CONSUMER EROSKI

El dolor de espalda es inherente a propia capacidad de bipedestación del ser humano, y la vida moderna no ayuda a prevenirlo. Las malas posturas, cargar peso en exceso o las vibraciones en medios de locomoción, como el tren, el avión o el coche, influyen de forma notable en su desarrollo. Más del 90% de la población ha padecido o padecerá a lo largo de su vida dolor de espalda. Para evitarlo, se debe cuidar la columna vertebral desde niño. Y cuando prevenirlo ya no es posible, cada vez hay más y mejores tratamientos que lo alivian con éxito. Para el 10% de los casos en que no se resuelve con los tratamientos actuales, ahora está disponible una nueva terapia biológica, con células madre, que ha empezado a aplicarse aunque en muy pocos casos, pero que es previsible que se extienda en el futuro, tal y como avanza Francisco Villarejo, jefe de la Unidad de Neurocirugía de la Clínica La Luz (Madrid) y director del XI Simposio Internacional de la Columna Vertebral “La columna vertebral en el siglo XXI. ¿Dónde estamos?”.

¿Qué porcentaje de la población padece dolor lumbar?

Casi el 90% de la población ha tenido o tendrá dolor en la columna vertebral. Y, a medida que se envejece, sobre todo a partir de los 65 años, el porcentaje de personas que sufre dolor de espalda aumenta.

¿Siempre ha sido así, o cada vez hay más personas que sufren este dolor?

Siempre ha sido así. Lo que ocurre es que, en la actualidad, disponemos de más métodos diagnósticos y más tratamientos conservadores para tratar este dolor.

¿Qué factores influyen en su desarrollo? ¿Las malas posturas?

“A medida que se envejece, sobre todo a partir de los 65 años, el porcentaje de personas que sufre dolor de espalda aumenta”

En primer lugar, influye el hecho de que no andemos a cuatro patas, sino sobre dos piernas. En segundo, el ritmo de vida: se trabaja mucho más que antes, tanto la mujer como el hombre. También influyen las vibraciones producidas por los medios de locomoción como el tren, el avión o el coche, puesto que tienen un impacto en la columna vertebral de los usuarios. Además, son determinantes las posturas inadecuadas o el hecho de que los niños vayan al colegio con mochilas tan pesadas. Hay que hacer un cuidado de la columna vertebral desde niño.

¿Las campañas de prevención del dolor de espalda surgen efecto? ¿Está la población más concienciada de la importancia que tiene prevenirlo?

Creo que, gracias a las campañas, tanto de prensa, como de radio y televisión, hay muchas más personas concienciadas al respecto. La prevención es importante, sobre todo, en mujeres de entre 45 y 50 años, etapa en la que se debilita la columna, con el fin de evitar la osteoporosis.

¿Qué porcentaje de personas con dolor espalda necesitan, al final, operarse?

“En el dolor de espalda influyen mucho las vibraciones producidas por los medios de locomoción como el tren, el avión o el coche”

Es un porcentaje muy alto: del 90% de personas que sufren dolor de espalda durante su vida, más de un 50% necesitará operarse. Las patologías que se operan son múltiples: una hernia discal por practicar deporte en la juventud o por coger pesos; una degeneración del disco intervertebral asociado a la edad (llamados discos negros); un estrechamiento del canal intervertebral en la zona lumbar, que presiona a la médula y que puede llevar a cerrar por completo el canal, denominado estenosis del canal lumbar, por el cual, hay pacientes que no pueden andar más de 20-40 metros; y existe otro tipo de patología, las fracturas osteoporóticas en la mujer, debido a la osteopenia, que también pueden requerir cirugía.

En los últimos años, ¿se ha producido un avance significativo en la cirugía de la columna?

“Las hernias de disco se intervienen por microcirugía con un 97% de éxito”

Se ha producido un salto muy importante en la cirugía de la columna vertebral por patologías degenerativas. Todas las hernias de disco se intervienen por microcirugía con un 97% de éxito; ya no se utilizan técnicas tan agresivas, sino que se puede actuar mediante una punción. La estenosis del canal lumbar se puede operar con unos espaciadores interespinales. Todas estas cirugías son técnicas mínimamente invasivas, que permiten que los pacientes se recuperen a las 24-48 horas; es decir, a una persona la intervienen un martes de la columna, y el viernes ya podría trabajar, según la actividad laboral que realice. Las ventajas de estas técnicas son la rapidez en la recuperación y la ausencia de dolor, lo que es muy útil.

Sobre todo para personas mayores afectadas, ya que una operación agresiva podría suponer un riesgo para ellas.

Exacto. Hay muchas mujeres de 85 años que necesitan operarse por distintas patologías degenerativas, y con una técnica poco invasiva es posible. La gente quiere vivir, y quiere vivir bien.

Aunque estas técnicas de cirugía mínima invasiva sean muy eficaces, ¿hay pacientes a los que no les resuelven el problema? ¿El tratamiento biológico es una alternativa?

El tratamiento biológico se empieza a aplicar para tratar el dolor lumbar en el 10% de los casos en que no funcionan otros tratamientos. No se tiene mucha experiencia con él todavía, pero sus posibilidades son muy grandes. En poco tiempo se ha desarrollado un abanico de posibilidades terapéuticas muy amplio para las enfermedades de la columna vertebral, entre ellas los tratamientos biológicos.

Tratamiento biológico para el dolor lumbar

El tratamiento biológico es una nueva opción terapéutica para el dolor lumbar. “Consiste en extraer células madre de la cresta ilíaca (borde superior y palpable del ilion, el hueso más grande de la pelvis), mediante una punción local, sin necesidad de dormir al paciente. Esas células se cultivan durante tres semanas y después se colocan en el disco degenerado, con resultados satisfactorios, porque el dolor desaparece”, explica Francisco Villarejo. “Las células madre ejercen un efecto antiinflamatorio, analgésico, y favorecen la producción de componentes del núcleo pulposo del disco, que fundamentalmente son los condrocitos”, añade.

Otro posible tratamiento biológico es un trasplante de condrocitos (un componente del disco) de la propia persona. Para ello, se obtienen de un disco sano del paciente, se cultivan y luego se le reintroducen para sustituir la zona afectada, según información de Villarejo.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube