Cirujanos de Barcelona presentan la primera intervención fetal realizada en España

Se trata de una operación que sólo practican tres centros de EE.UU. y otros tres de Europa
Por EROSKI Consumer 10 de marzo de 2003

El objetivo es salvar la vida de un niño antes, incluso, de que nazca. Es la cirugía fetal, aquella que se realiza sobre patologías congénitas muy graves que, de no ser intervenidas, acaban con la vida del bebé antes o después de nacer. Pero es una técnica tan desconocida y exclusiva que sólo tres centros hospitalarios de Estados Unidos y otros tres de Europa la practican. Y uno de ellos es el Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona, con un equipo multidisciplinar dirigido por el cirujano pediátrico Vicente Martínez Ibáñez, que ha llevado a buen término el primer caso de cirugía fetal en España.

Este caso será dado a conocer esta semana en el ámbito nacional y europeo con presencia del primer pequeño superviviente a una hernia diafragmática, pero antes sus salvadores han explicado este fin de semana en Oviedo, en el marco del XIX Curso de Avances en Cirugía Pediátrica, el inicio de la cirugía fetal en nuestro país.

El equipo de Martínez Ibáñez, formado por obstetras, genetistas, cirujanos infantiles, pediatras, anestesistas, hematólogos y bioéticos, experimentaron durante cinco años con ovejas como preámbulo a la intromisión, hace apenas año y medio, en el organismo humano.

El Hospital Vall d’Hebrón es uno de los que practican más abortos terapéuticos de España «y este programa quiere compensar un poco la gran cantidad de intervenciones legales de embarazo que se hacen. Ofertamos una alternativa para algo que, de otra manera, no tendría solución alguna. No se pueden abordar todas las patologías ni todos los casos de una misma patología. Hay mucha especialización», señala el cirujano.

La del equipo de Martínez Ibáñez es la hernia diafragmática, una malformación congénita que se produce cuando el intestino se introduce en un orificio debajo del pulmón que impide su desarrollo. «Puedes intervenir quirúrgicamente después del parto para bajar el intestino y dejar espacio al pulmón, pero su tiempo de desarrollo ya ha pasado y no crece más, por lo que los recién nacidos mueren por insuficiencia respiratoria. Si, en cambio, hacemos esa intervención durante la gestación, la insuficiencia no se produce y así se demuestra en el caso que hemos sacado adelante», explica el cirujano.

No en vano, su compañero José Luis Peiró, cirujano pediátrico, se refiere a todo este proceso, que se realiza mediante cesárea, como «tratamiento de rescate» y no le tranquiliza el hecho de que trabajan con casos irreversibles que sólo pueden mejorar. «Con que salves a uno ya sientes que haces algo, pero son patologías tan graves que a veces temes que no haces lo suficiente. A nadie le gusta perder un paciente», asevera Peiró.

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