Descubren la composición del veneno de la serpiente de cascabel

Este hallazgo supone un paso clave para la creación de antídotos "a la carta"
Por EROSKI Consumer 23 de junio de 2009

Las serpientes provocan anualmente cerca de cinco millones de envenenamientos y 100.000 muertes en todo el mundo, principalmente niños y trabajadores rurales de países de América Latina, África y Asia. La serpiente de cascabel norteamericana «Crotalus atrox» es una de las más mortíferas. Ahora, un equipo liderado por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Juan José Calvete acaba de determinar la composición del veneno de esta especie, lo que supone un paso clave para desarrollar antídotos «a la carta» que neutralicen su toxicidad.

Esta investigación, publicada en la revista «Journal of Proteome Research», forma parte de un proyecto más amplio que pretende entender las bases moleculares de la evolución de los venenos de este género de serpientes, ampliamente distribuido en todo el continente americano.

«Hemos identificado mediante técnicas proteómicas qué familias de toxinas están presentes en el veneno de esta serpiente y, además, se ha determinado su concentración relativa. Esta información es relevante para saber contra qué arsenal biológico se deben preparar los antídotos», detalla Calvete, que trabaja en el Instituto de Biomedicina de Valencia, perteneciente al CSIC.

Para desarrollar anticuerpos «a la carta» frente a las toxinas de los venenos de serpientes es necesario conocer qué tipo de toxinas hay en cada veneno. Partiendo de esta base, se podría diseñar el mínimo número de anticuerpos específicos necesarios para neutralizar la acción de cada familia de toxinas, mediante técnicas bioinformáticas basadas en sus estructuras.

Gracias a una técnica basada en la química combinatoria, Calvete y su equipo han podido analizar proteínas presentes en el veneno en cantidades minúsculas. «Con esta nueva tecnología hemos encontrado proteínas enzimáticas implicadas en el procesamiento de algunas de las toxinas del veneno, lo que nos permitirá entender mejor su origen y su evolución», asegura el investigador.

Suero antiofídico polivalente

Los grupos de investigación internacionales intentan definir en la actualidad qué mezcla de venenos debe utilizarse para conseguir un suero antiofídico polivalente que neutralice todos los venenos de un determinado género, como por ejemplo «Crotalus». Estas serpientes tienen una historia común reciente pero han divergido muy rápidamente para adaptarse a gran variedad de nichos ecológicos, desde Canadá hasta Argentina.

«El entendimiento detallado de la diversificación evolutiva de sus venenos es la clave para diseñar la mezcla de inmunización que contenga el mínimo conjunto no redundante de toxinas cuya neutralización bloquee las actividades letales de todos los venenos del género ‘Crotalus'», subraya Juan José Calvete.

La administración de un suero antiofídico adecuado es el único tratamiento eficaz frente a una mordedura de serpiente. Pero su desarrollo es caro. «Una manera de abaratar costes y optimizar recursos es producir antisueros de amplio espectro para uso terapéutico. Los estudios proteómicos como éste muestran la composición detallada de los venenos y representan el primer paso en esa dirección», sostiene el científico.

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