Dosificar la información es un aspecto clave para dar malas noticias a enfermos

El enfermo asume mejor la información y no se bloquea si la información viene dada progresivamente
Por EROSKI Consumer 8 de octubre de 2007

Dosificar la información para que el enfermo la asuma progresivamente y sin bloquearse es un aspecto fundamental para dar malas noticias. Esta es una de las principales conclusiones del curso «Comunicar Malas Noticias», unas jornadas organizadas por la Fundación Ciencias de la Salud que se han clausurado y en las que varios expertos en comunicación han enseñado a los médicos cómo decir lo que nunca nos gustaría oír.

Diego Gracia, uno de los profesores de la Fundación, explicó que el curso, dirigido a los profesionales de la salud, pretende enseñar herramientas de comunicación verbal y no verbal a los profesionales sanitarios. «A veces, la medicina tiene que dar malísimas noticias y eso es muy difícil de hacer sin la ayuda de un conjunto de técnicas muy útiles que mejoran la comunicación entre el médico y el paciente», aseguró Gracia.

Las malas noticias son una «agresión al yo» que producen angustia, un sentimiento inconsciente que hace que la mente se bloquee inconscientemente y por eso cuando se reciben malas noticias, lo primero que dice la mente es «no puede ser», «no me está ocurriendo a mí».

«En esas situaciones los profesionales deben aprender a identificar la angustia, a reconocerla, a saber cómo se dispara y a manejarla para usarla en beneficio del paciente», explicó Gracia. «Y aunque pueda resultar cruel, la información siempre debe darse al paciente porque el derecho a la información es individual», subrayó el profesor.

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