El 30,7% de los conductores muertos en accidente de tráfico en las carreteras españolas durante 2002 ingirió alcohol y casi el 7% lo combinó con drogas y/o psicofármacos, según un estudio pormenorizado del Instituto Nacional de Toxicología (INT). El informe recoge los datos del análisis toxicológico practicado a 1.703 personas fallecidas en siniestros de tráfico, tanto de conductores de vehículos a motor (1.441) como de peatones atropellados (262), la mayor muestra de este tipo realizada en España.
De acuerdo con el estudio, destaca la disminución del porcentaje de alcoholemias positivas en los conductores respecto al año anterior, descenso que tiene lugar a expensas de los conductores varones. Comparando las alcoholemias positivas de 1998 a 2002 se constata que el 37,4% del año pasado supone una reducción de cinco puntos con relación a 2001 (42,4%), mientras en 2000 se situó en el 41,2% y en 1999 coincide con la del ejercicio último (37,4%).
La tasa de alcoholemia que predomina en conductores muertos es superior a 1,5 gramos/litro, sin diferencia de edad ni de sexo, excepto entre los fallecidos mayores de 51 años, en que el nivel de alcohol mayoritariamente detectado es inferior a 0,3 g/l.
Además, de los 1.441 conductores 1.365 lo eran de coche o moto y de ellos 452 superaban la tasa de alcoholemia permitida de 0,5 g/l (33,1%). Entre los conductores de camión y autobús, se analizaron 76 casos y de ellos el 18,4% superaba la tasa de alcohol exigida para este colectivo (0,3 g/l).
Otro de los datos destacados del informe -fruto de un convenio entre la Dirección General de Tráfico, el Plan Nacional sobre Drogas y el Instituto de Toxicología-, refleja que en el 3,8% de los casos se detectó el consumo combinado de alcohol y otras sustancias.
Por sexo, el 89,6% de los conductores eran varones y el 10,3% mujeres, mientras que en ambos casos el mayor número de fallecimientos se situó en la franja de edad comprendida entre los 21 y 31 años.
