El 95% de los dolores que sufren los enfermos oncológicos se puede controlar

Los analgésicos y opioides son algunos de los fármacos más eficaces
Por EROSKI Consumer 25 de junio de 2003

Hoy en día, el dolor que comporta el cáncer se puede evitar con analgésicos y opioides sumamente eficaces. Y es que un 95% del dolor que se genera en los casos de cáncer se puede controlar, según se puso de manifiesto ayer durante la presentación del libro «Dolor y cáncer. Hacia una oncología sin dolor».

El dolor es el síntoma principal y más frecuente en el 70% de los procesos oncológicos. El jefe de la Sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital La Paz de Madrid, Amalio Ordóñez, adujo que aunque el dolor es muy frecuente en algunos tipos de cáncer, aún lo es más la abstemia o cansancio.

«Es paradójico que en las facultades de Medicina se trate tan poco el problema del sufrimiento, cuando el principal objetivo del trabajador sanitario es procurar alivio a las dolencias», señaló el director de la cátedra de Oncología y Medicina Paliativa de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel González.

El papel del médico

Según los expertos, las unidades de dolor existentes en los centros no son una garantía para el paciente doliente. «En algunos casos, lo más cómodo es desviar al paciente hacia esa unidad, cuando el enfermo de cáncer casi nunca precisa ir allí», apuntaron los especialistas. «Si un paciente oncológico sigue teniendo dolor, lo mejor es que cambie de médico», sentenció Manuel González.

El dolor presenta una intensidad entre moderada y severa en el 50% de los pacientes enfermos de cáncer, y en un 30% puede clasificarse de «muy severa o intolerable», a pesar de que en la mayoría de los casos se puede controlar.

De acuerdo con González y Ordóñez, muchas de las resistencias y trabas burocráticas que concitaba la administración de derivados de la morfina al paciente oncológico han desaparecido. El principal problema de estos medicamentos es que producen efectos secundarios como somnolencia, estreñimiento y alucinaciones.

Tipos

Los cánceres más dolorosos son los que afectan a los huesos, en tanto que la leucemia y los linfomas apenas generan sufrimiento físico. No menos importante que el dolor de base asociado al cáncer es el irruptivo, que aparece cuando el enfermo tose o se mueve y que necesita ser abordado con medicamentos que surtan un rápido efecto. En un 30% de los casos, el dolor oncológico procede de las complicaciones de los tratamientos.

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