Los médicos que muestran empatía y reconocen los miedos y ansiedades de sus pacientes son más efectivos que los que mantiene una prudente distancia de estos, según un estudio publicado en la revista The Lancet. «El sentimiento de confianza y cooperación debería ser promovido y formar parte de la atención sanitaria», señalan fuentes médicas. Sin embargo, el actual sistema sanitario desincentiva la continuidad de la atención médica, al no permitir un tiempo necesario para desarrollar una mayor relación con el paciente.
El médico debe influir en el paciente sobre su enfermedad, pero además, tiene que intentar eliminar todo tipo de temores y ansiedad que el paciente pueda mostrar ante su problema. Aunque las mismas fuentes señalan que los efectos sobre la evolución del paciente no son significativos, sí influyen en su calidad de vida.