El Clínico de Barcelona implanta por primera vez en España un desfibrilador que permite el control «online» del paciente

El médico recibe en su ordenador datos sobre la actividad cardiaca del enfermo y, en caso de complicaciones, es alertado mediante un SMS
Por EROSKI Consumer 17 de abril de 2008

El Hospital Clínico de Barcelona se ha convertido en el primero del territorio español en implantar un innovador desfibrilador que permite un control «online» y diario de los pacientes con insuficiencia cardiaca grave. Este desfibrilador-resincronizador, llamado Lumax 450, ha sido desarrollado por la empresa alemana Biotronik.

Gracias a este sofisticado ingenio de nueva generación, el médico recibe en su ordenador cada noche -no cada tantos meses, como hasta ahora- datos sobre la actividad cardiaca del paciente y, en caso de producirse un cuadro grave, es alertado de inmediato mediante un SMS que envía el propio dispositivo junto a un electrocardiograma.

El desfibrilador se implantó el 8 de abril a un paciente de 58 años diagnosticado de una insuficiencia cardiaca por miocardiopatía dilatada, enfermedad en la que se reduce la capacidad del corazón para bombear sangre a causa de la dilatación del ventrículo izquierdo. Una intervención similar se realizó simultáneamente en otros 14 hospitales de todo el mundo. Dos horas después de la operación, el paciente se fue a casa con su medicación habitual.

El director del Instituto Clínico del Tórax, Josep Brugada, responsable del equipo que ha realizado el implante, dijo ayer que la ventaja respecto a otros desfibriladores es que «a la acción del desfibrilador se suma la de un resincronizador que armoniza la actividad cardiaca». Añadió que, «a diferencia de otros aparatos, éste es totalmente automatizado». Se calcula que en España hay unas 500.000 personas con insuficiencia cardiaca severa, de las que unas 100.000 tienen una asincronía eléctrica.

Brugada avanzó que en dos años todos los pacientes con este perfil dispondrán del aparato, que cuesta entre 18.000 y 22.000 euros y tiene una vida útil de diez años. Cada año fallecen en España de muerte súbita unas 35.000 personas y muchas de ellas podrían sobrevivir con una desfibrilación inmediata, como la que proporciona Lumax 450.

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