El CSIC participa en el desarrollo de un sensor subcutáneo para controlar el nivel de glucosa

El dispositivo avisará al médico o suministrará insulina al paciente cuando detecte una concentración alarmante de glucosa
Por EROSKI Consumer 10 de enero de 2007

Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Microelectrónica, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), participa en un proyecto europeo para desarrollar un microsensor que, implantado bajo la piel, controlará los niveles de glucosa de los enfermos diabéticos, avisará al centro médico, e incluso suministrará insulina al paciente de forma automática, en caso de que precise un ajuste urgente del tratamiento.

Carlos Domínguez, coordinador del proyecto «Paul Cezanne» en España, explica como funcionaría el futuro microsensor: «Se implanta en los pacientes un pequeño sensor óptico conectado de manera inalámbrica con un dispositivo portátil, por ejemplo, un teléfono móvil. El sensor envía, cada cierto tiempo, los niveles de glucosa al receptor, el cual los almacena y los procesa para que los pacientes los consulten cómodamente».

El dispositivo podrá alertar de una subida de azúcar y, en tiempo real, mandar las gráficas al centro médico del enfermo para que éste sea tratado. Domínguez cuenta que además será posible adaptar el dispositivo para que realice una dosificación automática de insulina en caso de riesgo, a través de una bomba de insulina.

Ingeniería genética

Para determinar los niveles de glucosa, el sensor utilizará una proteína, de origen bacteriano, con sensibilidad a este componente. Los investigadores utilizan técnicas de ingeniería genética para combinar ese receptor con un par de moléculas proteicas fluorescentes. De este modo se consigue una respuesta fluorescente que determina la concentración de glucosa en sangre.

En la actualidad, los diabéticos utilizan mayoritariamente el método de punción del dedo para la supervisión de sus niveles de glucosa en sangre. «La punción ofrece una lectura en un momento determinado, mientras que el sistema ‘Paul Cezanne’ puede llegar a recoger nuevos datos cada 10 minutos. Además, al estar automatizado, evita que el paciente deba preocuparse por analizar sus niveles de glucosa», señala el experto del CSIC.

Una vez desarrollado el sensor, la participación española en el proyecto se dirigirá a reducir al mínimo el tamaño del mismo. «El diseño que barajamos tiene la misma dimensión que un cuarto de sello, con un espesor de cinco milímetros», precisa Domínguez.

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