El impacto de la lipodistrofia en la calidad de vida de los seropositivos depende de su carácter

Esta disfunción corporal puede estigmatizar a estos pacientes y erosionar la imagen de sí mismos
Por EROSKI Consumer 8 de enero de 2003

Científicos y clínicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer, de Barcelona, coordinados por el doctor Jorge Blanch, han determinado que el impacto en la calidad de vida de los pacientes seropositivos afectados por lipodistrofia (cambios en la forma del cuerpo) depende de ciertas características personales, más que de esta disfunción por sí misma.

Las alteraciones corporales provocadas por esta alteración metabólica que conlleva la acumulación de grasa corporal -especialmente en el pecho, abdomen y nuca- pueden estigmatizar a estos pacientes y erosionar la imagen de sí mismos, así como generar ansiedad, depresión y problemas en sus relaciones sociales.

Según las conclusiones de este trabajo, publicado en el último número de la revista «Journal of Acquired Inmune Deficiency Syndromes», estos inconvenientes pueden llevarlos a descuidar o suspender el tratamiento terapéutico.

Calidad de vida

Hasta ahora, no se habían estudiado adecuadamente las consecuencias de las alteraciones corporales en pacientes que reciben terapia antirretroviral (contra el sida). Ahora, el trabajo de estos científicos del Instituto Pi i Sunyer se centró en evaluar el impacto de la lipodistrofia sobre la calidad de vida mediante la utilización de un cuestionario que valora varias dimensiones de la salud, incluyendo aspectos físicos, cognitivos, psicológicos y sociales.

Este instrumento había sido usado previamente en pacientes con enfermedades crónicas severas, pero no en infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el sida. De los 150 voluntarios con tratamiento antirretroviral que participaron del estudio, 84 (56% del total) padecían lipodistrofia. Eran los de mayor edad, los que habían tomado estos fármacos durante más tiempo, y los que evidenciaban peores condiciones físicas. Entre estos pacientes, los homosexuales y los desempleados, así como aquellos que estaban también en tratamiento psiquiátrico reconocieron que estaban más afectados en su calidad de vida.

Los investigadores no encontraron diferencias significativas en aspectos como los antecedentes psiquiátricos personales, la ruta de transmisión, o el nivel social, por lo que destacan la importancia de que los pacientes afectados continúen el tratamiento, así como continuar estos trabajos con estudios adicionales, para aumentar el conocimiento y diseñar estrategias para preservar la calidad de vida de los afectados por la lipodistrofia.

Cambios metabólicos

Los trastornos metabólicos, la redistribución de la grasa y la lipodistrofia se han convertido en verdaderos retos para la mayoría de los investigadores y clínicos del virus del sida. Estos cambios metabólicos consisten fundamentalmente en la redistribución de la grasa, la elevación del colesterol en suero, la resistencia a la insulina y los elevados niveles de glucosa en suero.

Estas anomalías se han detectado en pacientes seropositivos tratados con una combinación de fármacos antirretrovirales, entre los que figuran los inhibidores de la enzima proteasa del virus.

Otro de los retos para los expertos en VIH es encontrar respuestas a las diversas interacciones farmacocinéticas y farmacodinámicas que se producen como consecuencia de la terapia antirretroviral de varios medicamentos. Muchas de estas interacciones son leves y no requieren cambios en el régimen individual, pero en otras pueden producir toxicidad potencialmente mortal y, por lo tanto, deben ser evitadas. Los investigadores advierten, en este sentido, que los antirretrovirales pueden alterar la concentración de fármacos concomitantes. Además, la evaluación de efectos secundarios es un desafío, especialmente cuando el paciente padece otras enfermedades, como la hepatitis.

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