Hacía 15 años que el País Vasco no sufría un rebrote de paperas como el actual. Desde enero se han registrado cientos de casos en los servicios de epidemiología vascos. Sólo en cuatro semanas 174 personas, la mayoría jóvenes de entre 15 y 20 años, contrajeron la enfermedad, 18 casos más que los registrados en todo el año pasado. De seguir este ritmo de contagio, el número de afectados podría elevarse a mil a finales de año.
La situación es atípica y coincide con el rebrote de parotiditis en comunidades cercanas, como Navarra, que arrastra desde el año pasado una tasa de 177 casos por cada 100.000 habitantes, en contraste con la media estatal, de 17 casos.
El Centro Nacional de Epidemiología achaca el rebrote al error en la eficacia de la vacuna triple vírica, que se suministra desde 1981 (la primera dosis a los 12 meses de vida y la segunda, a los cinco años). «La vacuna no es eficaz al 100% y hay un porcentaje (entre el 5% y el 10%) en el que no actúa. Lo que ahora está ocurriendo es que se ha acumulado un grupo de población suficiente no inmunizada que ha permitido la circulación del virus».
La propagación del virus es fácil, ya que se contagia a través de la saliva. Fiebre, dolor de cabeza, dificultad para masticar e hinchazón de las glándulas salivares son los principales síntomas de la enfermedad, cuyo tratamiento se limita a medicamentos contra el dolor y la ingesta abundante de líquidos. El reposo en cama es también recomendable. El periodo de incubación es de dos a tres semanas, por lo que se puede contagiar a alguien sin saber que se tiene la enfermedad.
