El peso corporal está estrechamente relacionado con la composición de la microflora gastrointestinal

Este descubrimiento aporta claves para prevenir la obesidad y las enfermedades metabólicas asociadas
Por EROSKI Consumer 8 de julio de 2009

El peso corporal guarda una estrecha relación con la composición de la microflora gastrointestinal, tal y como revela un estudio realizado por un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La microflora intestinal contribuiría así al aporte de energía del organismo y su composición influiría en la regulación del peso. Estos resultados pueden favorecer el diseño de nuevas estrategias para combatir la obesidad, destaca el CSIC.

«Estas nuevas investigaciones sobre las relaciones entre componentes específicos de la microflora intestinal, el estilo de vida y la regulación del peso corporal pueden ser claves para avanzar en el desarrollo de nuevas estrategias de intervención nutricional que contribuyan de forma más eficaz a prevenir la obesidad y las enfermedades metabólicas asociadas a través de la modulación de la composición de la flora», explica la investigadora del CSIC Yolanda Sanz, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos.

Tras estudiar a 36 adolescentes con obesidad o sobrepeso sometidos a un tratamiento basado en la reducción de la ingesta energética y el aumento de la actividad física durante 10 semanas, los investigadores hallaron diferencias en la respuesta de los adolescentes al tratamiento aplicado. La mayoría de los individuos experimentó una pérdida de peso significativa, más de cuatro kilos, tras el tratamiento, pero no fue así en un subgrupo de 13 adolescentes que perdieron menos de dos kilos.

«El estudio sugiere que estas diferencias de respuesta pueden ser debidas, en parte, a la composición específica de la microflora intestinal de los individuos. El grupo que experimentó una pérdida significativa de peso presentó una mayor proporción de bacteroides y menor de clostridios que el grupo que no experimentó una reducción considerable de peso, antes y después de la intervención», argumenta Sanz.

Un análisis de la ingesta de energía y la composición de la dieta no reveló diferencias significativas entre ambos grupos. Sin embargo, la energía total detectada en heces fue superior en los adolescentes que no experimentaron una reducción significativa de peso. Estos datos sugieren que la microflora intestinal influye en el desarrollo de la obesidad y contribuye al aporte de energía al organismo.

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