El precio de la belleza

La muerte de una joven paciente en Madrid destapa ilegalidades e irregularidades de las clínicas de cirugía plástica
Por EROSKI Consumer 30 de enero de 2002

El fallecimiento el pasado viernes de Débora Catalán, una mujer de 36 años que se sometía en la clínica Icema de Madrid a una operación de liposucción, ha convulsionado el mundo de la cirugía estética. Por un lado, se airean injerencias profesionales: los cirujanos plásticos (especialistas formados mayoritariamente en la Sanidad pública tras acceder como MIR) culpan de intrusismo a los médicos esteticistas (profesionales que no han realizado estancias hospitalarias especializadas y que se han formado en cirugía estética por otras vías) que ejercen en clínicas o consultas privadas.

Los cirujanos estéticos consideran que el intrusismo que hay en su profesión ha alcanzado tal envergadura que se ha convertido en un problema de salud pública, como lo demuestra el fallecimiento de esta paciente, al hacerse un tratamiento contra la obesidad, afirma Ramón Vila. Vila, presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética (AECE), cree que la muerte de esta mujer es «una desgracia» que, además de «indignarles» por el simple hecho de tratarse «de una persona que sólo quería mejorar su físico», se traduce en un «deterioro» de la imagen de estos especialistas, por lo que instó a la administración sanitaria a poner soluciones sin dilación.

En España no existe la titulación de cirujano estético, sino la de cirujano plástico, que puede especializarse en cirugía estética. Según los datos de que dispone la AECE, de la que forman parte cerca de 50 de los 500 cirujanos plásticos que hay titulados en España, ejercen la especialidad estética 1.000 personas que suelen ser médicos, algunos cirujanos generales. Vila recuerda que la liposucción, que es la intervención que le fue practicada a la paciente fallecida, es la operación de estética más frecuente en el mundo, «y es súper segura en manos de un cirujano con una preparación mínima».

Colágeno en la peluquería

«Sólo estamos viendo la punta del iceberg», afirma Ignacio Uribe, especialista en cirugía plástica. «A mi consulta ha llegado una persona a la que le había infiltrado colágeno en los labios un peluquero. Y otra a la que, en la trastienda de una peluquería, le habían hecho una liposucción. Existen centros no cualificados y clínicas donde trabajan cirujanos no cualificados. A mi consulta -dice- llega más gente operada que sin operar».

Según Uribe, cada vez hay más sitios donde se realizan operaciones de estética de forma ilegal. «De un gimnasio te mandan a un centro de estética y, de allí, a donde alguien que opera sospechosamente y que no cumple los mínimos requisitos». «Tristemente estas situaciones sólo salen a la luz cuando se produce una desgracia», se lamenta Uribe.

6.000 médicos sin título

En la actualidad, los únicos competentes para ejercer la especialidad son los expertos en Cirugía Plástica y Reparadora, pero la realidad es bien diferente: alrededor de 6.000 médicos sin el título pertinente realizan estos menesteres. Esta es la estimación de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que señala que en el país sólo hay 600 cirujanos plásticos acreditados para corregir fealdades y otras «alteraciones».

En cuanto al tema de las clínicas, las cifras son también alarmantes. Según la Asociación del Defensor del Paciente, más del 60% de estos centros no cumple los requisitos requeridos, tanto en materia de personal (anestesistas, especialistas, enfermeras…) como en asistencia y recursos sanitarios. Carmen Flores, su presidenta, indica que el año pasado la asociación recibió más de 5.000 denuncias contra este tipo de clínicas.

Por su parte, la Asociación de Víctimas de Negligencias Médicas (AVINESA) acusa a la Comunidad Autónoma de Madrid de permitir la proliferación de clínicas que realizan intervenciones quirúrgicas sin contar con los medios técnicos y humanos precisos, para garantizar un buen desarrollo de las mismas y que no presta la debida vigilancia y control de éstas.

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