El simulador de enfermos más avanzado del mundo reacciona a más de 100 fármacos

Este robot inteligente, llamado SimMan 3G, también respira, llora, habla y hasta sangra
Por EROSKI Consumer 6 de noviembre de 2008
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Imagen: LAERDAL

Simula a un paciente adulto, con el tamaño y el peso de una persona normal, reconoce y reacciona a más de 100 fármacos y puede ser objeto de estudio para un gran número de casos médicos, desde complicaciones cardiovasculares hasta hemorragias o politraumatismos craneales y cervicales. Se trata de SimMan 3G, el simulador de pacientes más avanzado del mundo.

Este robot inteligente, presentado ayer en sociedad, se ha convertido en una auténtica revolución tecnológica dentro del campo de la formación médica. Es tan sofisticado que incluso parpadea, respira, llora, suda, habla, sangra, tose, vomita y presenta heridas.

Su avanzado software le permite reaccionar de forma independiente, sin necesidad de recibir las instrucciones desde el ordenador que lo controla. Así, sus pupilas se dilatan o contraen en función de los estímulos externos, y no por orden del instructor. Reacciona de un modo u otro dependiendo de la medicación administrada, su concentración y la dosis. El habla, en cambio, si es dirigida por el instructor a través de un micro, aunque tiene grabadas múltiples expresiones, como «me duele» o «me siento mal».

Mejorar los diagnósticos

Jorge Vilaplana, director gerente de Laerdal España, empresa creadora del robot, explica que puede simular muchos síntomas de enfermedades para que los profesionales de la salud puedan entrenarse -en cualquier ámbito: la calle, una ambulancia o un quirófano- y aprender nuevas técnicas. El objetivo es mejorar los diagnósticos de cara a conseguir una práctica clínica más perfeccionada, que redunde en una mayor seguridad de los pacientes reales y sirva para «salvar vidas», señala Vilaplana.

Otras características de SimMan 3 G es que permite acceso intraóseo en la tibia y el esternón, posibilidad de inserción de un tubo de drenaje, control de la presión arterial, y presenta unas 2.500 variantes de ritmos cardiacos, en los que se puede aplicar la desfribilación y el marcapasos transcutáneo. Además, todas las acciones realizadas quedan grabadas a través de una webcam, lo que permite posteriormente obtener un informe detallado y cronológico.

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