Greenpeace Italia alerta de la presencia de químicos tóxicos en los juguetes

El sistema REACH obligará a registrar toda sustancia química cuyo volumen de producción supere la tonelada anual
Por EROSKI Consumer 3 de mayo de 2005

Los juguetes son los productos que contienen los mayores niveles de químicos tóxicos dentro de una cesta de 12 productos de consumo corriente, según un análisis realizado por la organización ecologista Greenpeace Italia.

A petición de los conservacionistas, el laboratorio holandés TNO Environment and Geosciences estudió las cantidades de sustancias químicas presentes en una cesta de 12 productos, entre los que había juguetes, artículos para niños, lectores de DVD y productos de cuidado corporal para bebés. Los niveles más elevados de sustancias peligrosas se encontraron en los artículos destinados a los niños y lactantes, en particular, en la «Barbie Fashion Fever» y en el muñeco «Spiderman Flip N Zip».

Muchas de las sustancias químicas detectadas (ftalatos y alquilfenoles, entre otras) pueden perturbar el funcionamiento hormonal, causar cáncer o malformaciones, son tóxicas para la reproducción, y se acumulan o persisten en el medio ambiente, la cadena alimentaria y el cuerpo humano, según Greenpeace.

En este sentido, la organización defiende una reforma de la normativa sobre sustancias químicas (REACH), que exija «la sustitución de las sustancias químicas peligrosas siempre que existan alternativas más seguras».

Para la responsable de la campaña Tóxicos de Greenpeace Internacional, Hélène Perivier, «mientras los gobiernos no sean capaces de exigir a las compañías que sustituyan estas sustancias químicas por alternativas más seguras, dejarán a los niños a merced de productos cuyos efectos podrían ser dañinos a largo plazo».

30.000 sustancias

El sistema de Registro, Evaluación y Autorización para la Comercialización de Productos Químicos (REACH) se aplicará a las empresas que fabrican o exportan más de una tonelada anual de cualquier sustancia química, las cuales deberán ser sometidas a un proceso de examen y registrarse en una base de datos, según consta en una propuesta adoptada por la Comisión Europea en octubre de 2003.

La principal novedad del REACH es que introduce la obligación de que sean las empresas fabricantes, y no las autoridades públicas, quienes comprueben la seguridad de las sustancias químicas que utilizan. Se calcula que la nueva legislación afectará a unas 30.000 sustancias, después de la decisión de dejar fuera a los polímeros (unos 100.000).

WWF/Adena y la Oficina Europea de Medio Ambiente (EEB), miembros del Grupo de Trabajo de la Comisión Europea que asesora sobre las estimaciones del sistema, mantienen que el REACH, cuya propuesta está actualmente sujeta a la consideración de los Estados miembros y del Parlamento Europeo, supondrá en el futuro «grandes beneficios» para la salud humana y el entorno.

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