Los menores de 18 años no podrán utilizar los centros de bronceado artificial de Cataluña, después de que el Consell Executiu (Consejo de Gobierno) de la Generalitat haya aprobado modificar el decreto que hasta el momento regulaba este tipo de instalaciones. La medida obliga a los propietarios de estos centros a indicar esta prohibición en la entrada del recinto.
Otra de las novedades que supone esta modificación es la obligación del centro de facilitar al usuario una ficha personalizada para realizar anotaciones de control y seguimiento de las sesiones de exposición y dosis de emisión de rayos ultravioletas que ha recibido.
En diciembre de 2001, la Generalitat aprobó un decreto pionero en Europa que regulaba el funcionamiento de estas instalaciones. No obstante, esta normativa sólo impedía la entrada a los centros de bronceado artificial a los menores de 16 años, prohibición que ahora se amplía hasta los 18 años de edad.
Para las personas que se encargaban de estos centros, la norma sólo les obligaba a «informar a los usuarios sobre los peligros de la exposición a los rayos ultravioletas» y a ofrecerles «un folleto informativo» con advertencias sobre los posibles riesgos de los rayos UVA.
Tras la aprobación de este decreto, la Consejería de Sanidad estableció, en julio de 2002, una resolución sobre los conocimientos que debe superar el personal que trabaja en estos centros de bronceado, aspecto que previamente no se había contemplado en la normativa.
Así, los trabajadores de estas instalaciones están obligados a recibir un curso de formación de 20 horas como mínimo y a superar una prueba de evaluación sobre nociones básicas de los efectos de las radiaciones, aspectos de dermatología, contraindicaciones de la fototerapia, así como prácticas de higiene.
