Científicos de Estados Unidos han confirmado tras una investigación que la medición de la hormona leptina, que regula el peso corporal, puede ser un importante indicador para determinar el riesgo de padecer un cáncer de mama. En un estudio preparado con motivo de la reunión anual de la Asociación para la Investigación del Cáncer de EE.UU., los expertos del Centro Oncológico M. D. Anderson de la Universidad de Texas sugieren que, debido a que la leptina indica el consumo graso, la medición de la sustancia puede revelar la posibilidad de desarrollo de un tumor en un pecho. El estudio se basó en el examen de 38 mujeres hispanas posmenopáusicas.
La leptina es una hormona generada por el tejido adiposo que comunica al cerebro la sensación de saciedad o de necesidad de más alimento. Recibe ese nombre de la palabra griega «leptos», que significa delgado, y los niveles de la hormona en la sangre son proporcionales a los niveles de grasa en el cuerpo. Debido a que se vincula la mayor cantidad de grasa con los estrógenos y el riesgo a padecer cáncer de mama, «la medición de la leptina podría ser un marcador adicional para evaluar ese peligro», dijo el director del informe, el doctor Richard Hajek.
«Ninguna de estas mediciones es perfecta, pero la cantidad de leptina en una mujer puede indicar una acumulación de lípidos durante años», señaló. En una situación ideal, al aumentar el consumo de grasa se produce más leptina, lo cual ayuda a reducir ese consumo. Por el contrario, cuando se reduce la grasa se produce menos leptina, lo cual estimula una mayor ingesta de alimentos. En la mayoría de los casos no se da el equilibrio deseable y el resultado son las personas obesas o muy delgadas.
Los niveles de leptina pueden cambiar según los hábitos alimentarios, explicó Hajek. Por ejemplo, una mujer delgada que tenga bajos niveles de leptina y que consume alimentos grasos durante semanas o meses -con su correspondiente aumento de peso-, probablemente tenga una mayor cantidad de leptina. Si recupera sus hábitos normales de comida, ese nivel tal vez baje, pero nunca en la misma proporción.
Por ello, mientras su nivel graso corporal y su toma de lípidos son relativamente bajos, el nivel de leptina podría revelar cambios de estrógeno y un aumento del riesgo a desarrollar cáncer de mama. Para el estudio, los científicos examinaron a 38 mujeres hispanas posmenopáusicas.