Un medicamento genérico para disminuir la tensión arterial fabricado por el laboratorio español Normon ha sido retirado de forma preventiva por el Gobierno panameño. Ello se debe a la aparición en el país de un síndrome de origen desconocido que ha afectado, de momento, a 31 personas y ha provocado la muerte de 20 por una grave insuficiencia renal.
El pasado domingo se registró la última víctima, mientras que cinco personas permanecen en estado crítico desde que aparecieron los primeros casos hace una semana. La enfermedad comienza con náuseas, fiebre, debilidad y diarrea hasta producir un fallo renal, que inutiliza los riñones, produce parálisis parcial y, finalmente, la muerte. Varones, de más de 60 años y en tratamiento por hipertensión arterial, diabetes o problemas renales son los principales afectados por este trastorno.
Las autoridades panameñas, una vez descartadas infecciones como el virus del Nilo o el dengue, sospecharon que un medicamento contaminado podía ser el responsable de este extraño mal. Así, y como medida cautelar, ordenaron la retirada del antihipertensivo español «Lisinopril Normon 20 mg». Se calcula que han sido retirados unos tres millones de comprimidos del país. Por su parte, el laboratorio español ha destacado que sólo una minoría de las víctimas, un total de diez, tomaba este medicamento. Además de en Panamá, el fármaco se distribuye en otros países de América y en España. En ningún otro país se ha notificado anomalía alguna en relación con la ingestión de este producto, según Normon.
La información sobre la fabricación y control de los lotes enviados a Panamá ha sido revisada de nuevo por parte del laboratorio Normon, que ha repetido los análisis y no ha hallado ninguna anomalía. Sólo una minoría de los afectados consumía el producto, «lo que parece dejar claro que no es el responsable de esta situación», aseguró Jesús Govantes, director general de la compañía, quien recordó también que la retirada es «una medida preventiva y provisional».
