Carlo Urbani, el médico de la Organización Mundial de la Salud que identificó la peligrosa neumonía atípica detectada en el sureste asiático, falleció ayer en Tailandia a causa de ese síndrome respiratorio. El doctor italiano, considerado un especialista en enfermedades infecciosas, logró identificar la nueva enfermedad en un hombre de negocios estadounidense que fue internado en un hospital de Hanoi (Vietnam).
Gracias a la rápida alerta comunicada por ese médico de 46 años, las autoridades sanitarias de todo el mundo reforzaron los controles, lo que permitió identificar y aislar nuevos casos antes de que infectasen al personal de los hospitales. «Carlo era un tipo extraordinario, y todos estamos profundamente apenados», comentó Pascale Brudon, representante de la OMS en Vietnam. «Comprendió rápidamente que era una enfermedad extraña. Cuando la gente comenzó a preocuparse en el hospital, acudió allí diariamente, recogió pruebas y reforzó los procedimientos de control de la infección», agregó Brudon. Carlo Urbani contrajo la enfermedad de pacientes a los que trató en Vietnam. Pese a sus esfuerzos, este síndrome respiratorio causado por un coronavirus, de la misma familia que los causantes de un tercio de los resfriados, afecta ya a 1.550 personas en 15 países, con un balance oficial de muertes que asciende a 54.
Por otra parte, aunque en estrecha relación con este asunto, las responsables sanitarios de Nueva York informaron ayer de un nuevo caso de neumonía atípica, lo que eleva a cinco el total de enfermos registrados en la ciudad hasta el momento. En Estados Unidos, el número de casos sospechosos asciende a 59. Los cinco pacientes de Nueva York ya han empezado a ser tratados y sólo uno de ellos sigue hospitalizado, aunque su vida no corre peligro. Todos ellos contrajeron la neumonía en viajes realizados al sureste asiático, donde la neumonía está causando auténticos estragos. El Gobierno de EE.UU. recomendó ayer a los estadounidenses postergar sus viajes a China, Hong Kong, Singapur y Vietnam para impedir la propagación del virus. En Europa, los principales aeropuertos europeos, así como las compañías aéreas, tomaron medidas de vigilancia para detectar casos entre los pasajeros procedentes de las regiones afectadas.
