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¿Qué es la EPOC?
La EPOC es una enfermedad respiratoria crónica en la que las vías aéreas se inflaman y producen más moco de lo normal, obstruyendo el paso del aire. Esta obstrucción es persistente y dificulta la respiración.
Su principal causa es el tabaquismo, aunque también puede deberse a la exposición prolongada a contaminantes ambientales o laborales como vapores derivados de pinturas o barnices, humo derivado de la quema de carbón o leña…
Estos son los síntomas más frecuentes:
- tos persistente
- producción de excesiva de secreciones
- dificultad para respirar (disnea), especialmente al realizar esfuerzos
¿Qué es la neumonía?
La neumonía es una infección de los pulmones que inflama los alvéolos (pequeñas bolsas de aire). Pueden llenarse de líquido y pus, causando dolor al inspirar y dificultando el intercambio de oxígeno.
Puede estar causada por bacterias, virus u hongos. Es especialmente peligrosa en niños, personas mayores y quienes conviven con enfermedades crónicas como la EPOC.
Sus principales síntomas son los siguientes:
- fiebre
- tos
- dolor torácico
- dificultad respiratoria

¿Por qué la EPOC aumenta el riesgo de neumonía?
Las personas con EPOC tienen los pulmones debilitados y una menor capacidad para defenderse de infecciones. Esto se debe a factores como los siguientes:
- Inflamación crónica: la EPOC provoca una inflamación constante en las vías respiratorias, lo que altera el sistema inmunológico (las defensas) local.
- Producción excesiva de moco: el moco acumulado puede dificultar la eliminación de microorganismos y favorecer su proliferación.
- Alteración del aclaramiento mucociliar: el sistema que limpia las vías respiratorias se ve comprometido, facilitando la entrada de patógenos.
- Hospitalizaciones frecuentes: las exacerbaciones de la EPOC pueden requerir ingresos hospitalarios, donde el riesgo de infecciones respiratorias aumenta.
¿Cuáles son las consecuencias de la neumonía en pacientes con EPOC?
Cuando una persona con EPOC contrae neumonía, el impacto puede ser grave. Estas son algunas de las consecuencias:
- Mayor riesgo de hospitalización: la neumonía puede descompensar la EPOC y requerir cuidados intensivos.
- Incremento de la mortalidad: estudios han demostrado que la combinación de ambas enfermedades eleva de forma significativa el riesgo de muerte.
- Recuperación más lenta: los pulmones ya dañados tardan más en sanar, y las secuelas pueden ser duraderas.
- Mayor probabilidad de nuevas exacerbaciones: una neumonía puede desencadenar episodios agudos de EPOC, debilitando aún más al paciente.
¿Cómo prevenir esta combinación peligrosa?
Hay medidas eficaces que pueden ayudar a las personas con EPOC a prevenir la aparición de la neumonía. Entre ellas destacan las siguientes:
1. Vacunación
- Vacuna antigripal: el virus de la gripe puede desencadenar neumonía secundaria.
- Vacuna antineumocócica: protege contra la bacteria Streptococcus pneumoniae, una de las principales causas de neumonía.
- Vacuna contra la covid-19: aunque la pandemia ha disminuido, el virus sigue circulando y puede causar neumonía grave en pacientes con EPOC.
2. Control de la EPOC
- Seguir el tratamiento prescrito por el médico.
- Evitar el tabaco y ambientes contaminados, tanto exteriores como interiores, porque el aire que respiramos en casa o en nuestro lugar de trabajo también cuenta. En caso de trabajar en un lugar con baja calidad de aire, se deben utilizar dispositivos de protección como mascarillas.
- Acudir a las consultas de seguimiento pautadas por tu médico para valorar la evolución y ajustar el tratamiento si fuera necesario. Para ayudarte a saber cuál es tu situación actual y cuáles son los factores que más te están afectando, puedes responder el test Check@ir y recibirás un informe con tus respuestas para que puedas compartirlo con tu médico.
- Estar activos físicamente. El sedentarismo es uno de los grandes enemigos de las personas con problemas crónicos.
- Mantener una buena hidratación y nutrición.
3. Higiene y prevención de infecciones
- Lavarse las manos con frecuencia. Recuerda hacerlo en estos momentos:

- Evitar el contacto con personas enfermas.
- Usar mascarilla en lugares cerrados o con alta concentración de personas durante la temporada de virus respiratorios.
4. Educación y seguimiento médico
- Conocer los síntomas de alerta de una neumonía: fiebre alta, aumento de la dificultad respiratoria o dolor torácico.
- Consultar al médico ante cualquier cambio en el estado respiratorio.
- Participar en programas de educación para pacientes respiratorios.
Una llamada a la acción
La EPOC y la neumonía son enfermedades que, por separado, ya representan un desafío para la salud pública. Juntas pueden convertirse en una amenaza silenciosa pero mortal. Por eso, este mes de noviembre, te invitamos a informarte, cuidar tus pulmones y apoyar a quienes viven con enfermedades respiratorias.
Si un ser querido tiene EPOC o eres tú quien padece esta enfermedad, habla con tu médico sobre las vacunas recomendadas y las medidas de prevención. La salud pulmonar es un tesoro que debemos proteger, especialmente en tiempos donde las infecciones respiratorias siguen siendo una preocupación global.
Si tienes cualquier consulta sobre la neumonía o la EPOC o cualquier otra patología respiratoria, ¡escríbenos!


