La Sanidad valenciana edita un nuevo protocolo para la detección precoz del cáncer de cuello de útero

El objetivo es mejorar las acciones para disminuir las tasas de mortalidad por esta enfermedad
Por EROSKI Consumer 22 de marzo de 2004

La Consejería de Sanidad de la Generalitat valenciana ha editado un nuevo protocolo para la detección precoz del cáncer de cérvix o cuello de útero, con el fin de mejorar las acciones para disminuir las tasas de mortalidad por esta causa.

Cada año se detectan 470.000 nuevos casos de esta patología en todo el mundo, lo que supone el 9,9% de todos los cánceres en las mujeres, y una tasa de incidencia estandarizada de 16,12 casos por cada 100.000 mujeres, según datos de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre Cáncer (IARC). En España, la tasa de incidencia se sitúa en 7,2 casos por cada 100.000 habitantes, un 3,4% de los cánceres de la mujer, y la tasa de mortalidad es de 1,8 por cada 100.000, lo que supone un 2,5% de todas las muertes tumorales en nuestro país.

Las novedades del nuevo protocolo se centran en que se amplía la edad de la población diana y queda fijada en el intervalo de los 20 a los 65 años y se fija la realización de citologías cada 3 años. Asimismo, extiende la realización de esta prueba a Atención Primaria, para lo cual las matronas recibirán cursos de formación específicos.

Estrategias de prevención

La Consejería entiende que el objetivo de detección precoz de cáncer de cérvix es posible con el desarrollo de estrategias de prevención primaria y secundaria. Las primeras están basadas en la idea de actuar antes de que aparezca la enfermedad sobre los factores causales y de riesgo modificables, y las orientadas a la prevención secundaria se basan en la implantación de un sistema de detección precoz, utilizando entre otros el cribado poblacional, que mejora las posibilidades de curación. Según el nuevo protocolo, las acciones de prevención primaria sobre el cáncer de cérvix se centrarán en establecer estrategias para conocer los comportamientos sexuales tanto de las mujeres como de los hombres y, así, poder modificar o introducir cambios en ellos orientados a eliminar factores de riesgo relacionados con los usos y hábitos sexuales.

En cuanto a la prevención secundaria, numerosos estudios indican que el cáncer de cervical normalmente es precedido de un estadio preinvasivo asintomático. En este sentido, el test Papanicolau se ha usado para detectar lesiones precancerosas y el cáncer invasivo temprano en mujeres asintomáticas. De esta forma pueden identificarse y tratarse mujeres con lesiones precancerosas y prevenir la enfermedad invasiva.

VPH

El cáncer de cérvix o cuello de útero se considera una enfermedad multifactorial en la que cada vez tienen más protagonismo ciertos tipos del Virus Papiloma Humano (VPH), como causa necesaria pero no suficiente, pues sólo una fracción de las mujeres infectadas desarrolla después un cáncer cervical.

Otros factores que determinan esta progresión de la infección de VPH hacia el cáncer son las infecciones genitales repetidas, con excepción del virus del sida, que sí se asocia a una prevalencia elevada del cáncer de cérvix así como a una mayor progresión de malignidad de las lesiones precancerosas.

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