La seguridad de los niños europeos

Los accidentes entre niños pequeños a menudo están causados por productos diseñados de forma específica para ellos
Por Montse Arboix 21 de mayo de 2014
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Imagen: Imagestock

Cada año, cerca de 19.000 niños menores de 14 años de la Unión Europea acuden a urgencias debido a un accidente provocado por objetos o productos que encuentran en su entorno. Se calcula que hasta 52.000 incidentes en niños están relacionados con juguetes. Para evitarlo, la Alianza Europea para la Seguridad Infantil prepara una guía de productos seguros para niños, en la que han colaborado la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Asociación Española de Pediatría. En este artículo se describe qué productos diseñados para niños provocan más accidentes y qué aspectos hay que tener en cuenta para prevenirlos de los cinco a los nueve años.

Accidentes con productos para niños

Según la base de datos de lesiones de la Unión Europa (UE), que contiene información cruzada nacional estandarizada sobre las causas externas de lesiones tratadas en servicios de urgencia de centros hospitalarios seleccionados, es habitual que los niños se hieran con productos que se hallen en su entorno, incluso con objetos diseñados de forma específica para ellos. Los datos disponibles muestran cómo, cada año, cerca de 19.000 menores de 14 años acuden a urgencias debido a un accidente de este tipo y que hasta 52.000 incidentes están relacionados con juguetes infantiles.

Llama la atención que los productos a la cabeza en la lista de las categorías habituales de notificación de riesgo grave sean productos diseñados específicamente para los más pequeños de la casa. En primer lugar, están las camas elásticas y las literas; en segundo, los juguetes; y, en sexto lugar, los artículos para el cuidado infantil y el equipamiento infantil. Solo las tronas han ocasionado hasta 43 notificaciones de alertas en 13 países de la zona europea, ya sea por atragantamiento por piezas desmontables y accesibles al niño, por riesgo de caídas por falta de estabilidad o por falta de sujeción, por problemas con el sistema de plegado o por bloqueo de las piezas que la conforman.

Pediatras españoles para la protección infantil

De los cinco a los nueve años, es un momento idóneo para enseñar al niño determinados aspectos de seguridad

A pesar de que estos accidentes pueden deberse a defectos de diseño del producto, por piezas que se rompen o por no haber previsto un posible riesgo, en ocasiones los accidentes sobrevienen por no utilizar el producto según sus indicaciones, por usarlos para edades distintas o sin la vigilancia de un adulto. También existe un mayor riesgo de accidente con aquellos que se adquieren de segunda mano y no se emplean de la manera adecuada, porque no llevan las instrucciones de uso o porque están estropeados.

Para intentar paliar estos efectos, la Alianza Europea para la Seguridad Infantil prepara la ‘Guía de Productos Seguros para Niños: productos potencialmente peligrosos’, en la que han colaborado la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Asociación Española de Pediatría (AEP). En ella se pretende recalcar qué productos son potencialmente peligrosos para la salud de los menores y cómo evitar accidentes, lesiones y los costes derivados. Sin embargo, los expertos insisten en que la seguridad de los más pequeños es un aspecto que deben compartir tanto quienes diseñan, como quienes distribuyen y consumen estos productos y que, en última instancia, son los padres o adultos a su cargo.

¡Cuidado con los accidentes!

En un artículo publicado por la AEPap, de María Jesús Esparza, pediatra y miembro del grupo de prevención en la infancia y adolescencia de esta asociación y del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS-semFYC), se insiste en la importancia de tener en cuenta determinados aspectos para prevenir accidentes infantiles. Estos son:

  • Para evitar accidentes por caídas, los niños no deben jugar cerca de una ventana abierta o se han de instalar rejas o sistemas de protección que impidan que se abran por completo. También hay que impedir que los pequeños trepen por los muebles (armarios, estanterías) y no se han de ubicar artículos llamativos en altura ni bajo una ventana. Tampoco hay que perder de vista que los columpios, toboganes y árboles son lugares donde ocurren accidentes de manera frecuente.
  • Los accidentes por quemaduras, sobre todo, se registran en el baño y en la cocina. Además de las amas de casa, los más vulnerables son los menores de hasta seis años. No obstante, las quemaduras por contacto con fuego directo son más frecuentes en niños mayores. Hay que tener cuidado con la comida caliente, el vapor del microondas y el horno, el agua caliente del baño y dejar fuera de su alcance cerillas y mecheros.
  • Para evitar ahogamientos por inmersión, se insiste en la necesidad de que los pequeños en esta franja de edad aprendan a nadar y de que se tomen las medidas de seguridad oportunas, ya que la mayoría de los accidentes ocurren en las piscinas particulares.
  • En cuanto a los accidentes por intoxicaciones, esta especialista incide en que, además de tener a mano el número del Servicio de Información Toxicológica (91 562 04 20), hay que guardar fuera del alcance de los pequeños las sustancias químicas (la ingesta de lejía y otros productos de limpieza cáusticos es la segunda causa de intoxicación en niños) y los medicamentos (incluso si se llevan en el bolso). Aunque en su mayoría se dan en menores de cinco años, no se pueden descuidar las normas de seguridad.
Prevenir accidentes de los cinco a los nueve años

Entre los cinco y los nueve años de edad, la prevención de accidentes pasa por enseñar a razonar al niño y que comprenda por qué se le permite realizar algunas cosas y otras no. En esta etapa de desarrollo, también se hace esencial que los progenitores prediquen con el ejemplo.

A esta edad, el pequeño, que tiene suficiente madurez para estar algún rato sin vigilancia, puede lograr algún grado de independencia y asumir ciertas responsabilidades. Por ello, es un momento idóneo para enseñarle determinados aspectos de seguridad: en la calle, como peatón o en bici; en áreas de ocio, el parque o el patio de la escuela; y en casa. Desde la AEPap señalan que los accidentes más frecuentes ocurren fuera del hogar, como en el patio de la escuela o los relacionados con el tráfico.

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