Uno de los temas más buscados en la Red está relacionado con la salud. Nadie discute el papel que juega Internet como fuente de información para todos los públicos. Sin embargo, no todos los contenidos de salud son apropiados ni veraces ni, por supuesto, inofensivos. Este aspecto es fundamental, incluso cuando se trata de buscar cómo actuar ante una herida leve. En este artículo se describe qué es una quemadura leve o de primer grado, cómo hay que actuar y qué es lo que no se debe hacer.
Cuando se busca información sobre salud en Internet hay que ser precavido y cerciorarse de la seriedad de la página web que se consulta y de quién hay detrás. Es fundamental no dar legitimidad a cualquiera de las respuestas que se ofrecen en foros, portales o blogs sin acreditación médica a determinadas preguntas. La mayoría de ellas no se sustenta en evidencia científica ni en investigaciones reputadas, ni siquiera es la opinión de un experto sanitario, por lo que solo consiguen fomentar mitos y falsas ideas que persisten durante mucho tiempo. De la misma manera, hay que tener en cuenta que, aunque se recomienden productos naturales, algunas prácticas pueden generar complicaciones.
Distinguir las quemaduras leves
Pero, ¿cuándo se considera que una quemadura es leve? En realidad, en una quemadura de primer grado, denominadas también epidérmicas, solo hay afectación parcial de la epidermis, y no daña las células de su extracto basal. Tan poca es la destrucción de tejido que se produce (no se pierde la integridad de la piel), que no se les considera en realidad heridas.
Por eso, no hay que aplicar ningún tipo de tratamiento ni, menos aún, ningún tipo de pomada o ungüento con antibióticos, ni tampoco antisépticos, puesto que el riesgo que tienen de infectarse es ínfimo, ya que no existe puerta de entrada de gérmenes que pueda provocar una infección.
Cuidado con los remedios caseros para tratar las quemaduras
En una quemadura de primer grado con la piel íntegra no hay riesgo de infección
Si se busca en Internet cuál es el mejor tratamiento para una herida o una quemadura, se pueden encontrar diversos productos naturales que se publicitan como milagrosos: desde un trozo de patata, harina fría, vinagre o lejía, hielo, aceites diversos y un largo sinfín de recomendaciones más o menos inverosímiles.
Sin embargo, en el caso de las quemaduras, tal y como explican los profesionales expertos en el tratamiento de este tipo de heridas, lo principal es saber qué no hay que hacer para no empeorar la lesión: ni hielo, ni productos que enmascaren la lesión, ni productos concebidos para otros fines.
Un ejemplo: cuando se aplica agua muy fría (de nevera) o hielo en la quemadura -una acción que podría parecer banal y exenta de riesgos-, el frío origina la constricción de los vasos sanguíneos, lo que reduce el aporte de sangre a la zona afectada y provoca que profundice la quemadura.
Otro de los remedios caseros más habituales es poner encima de la herida una rodaja de patata cruda. No hay que olvidar que este tubérculo, con multitud propiedades si se incorpora en la dieta habitual, procede de la tierra y lleva adherida a la piel suciedad y microorganismos que pueden causar una infección. Además, no existe ningún estudio serio que apoye tal afirmación.
En el caso del vinagre, se podría pensar que sus propiedades antisépticas -igual que la lejía– pueden ser útiles en el tratamiento de quemaduras leves y prevenir cualquier tipo de infección. Pero, además de que las heridas leves tienen un mínimo riesgo de infección, tal aspecto tampoco se ha demostrado. La lejía, además, puede quemar la piel y los ojos. Es decir, aplicar alguno de estos productos podría empeorar las molestias y generar distintas complicaciones.
Cómo tratar una quemadura leve: enfriar la zona
En caso de quemadura leve, lo primero que hay que hacer es enfriar la zona con agua a temperatura ambiente (20 ºC) o, en su defecto, la que salga del grifo, durante un periodo de unos 10-15 minutos. La función del agua es aliviar el dolor y minimizar la inflamación.
A continuación, cuando ceda el dolor, habrá que hidratar y lubricar de forma adecuada la piel (que habrá quedado tirante), cada 2-3 horas si es necesario, hasta que ceda el dolor o picor. Si la quemadura está provocada por la exposición solar, con la aplicación de crema hidratante a demanda será suficiente.
Si la víctima es un niño o un anciano, sufre una enfermedad (como diabetes o que siga un tratamiento inmunosupresor), la herida está localizada en una zona especial (manos, cara o genitales), se trata de una quemadura de origen químico o eléctrico y, sobre todo, si se tiene alguna duda sobre cómo tratarla, hay que acudir al centro sanitario de referencia.