La tasa de mortalidad neonatal ha disminuido en las dos últimas décadas

A pesar de ello, ha aumentado su proporción en el número de muertes en la niñez a escala mundial
Por EROSKI Consumer 1 de septiembre de 2011

La tasa de la mortalidad neonatal ha disminuido en los últimos años, si bien ha aumentado su proporción en la tasa de mortalidad en la niñez a escala mundial. Lo recoge así un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Save the Children que abarca 20 años y la totalidad de los 193 países de la OMS. El estudio, publicado en la revista médica «PLoS», pretende mostrar en detalle las tendencias a lo largo del tiempo y se predicen los progresos que se podrían realizar en el futuro.

La tasa de mortalidad de neonatos ha descendido de 4,6 millones en 1990 a 3,3 millones en 2009, con un ritmo de descenso algo más rápido a partir del año 2000. De este modo, la tasa de mortalidad de recién nacidos corresponde en la actualidad al 41% del total de defunciones de menores de cinco años. Este descenso se debe al aumento de las inversiones en atención de salud para la mujer y el niño en el último decenio, gracias a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) fijados por Naciones Unidas, según el estudio. Ello ha contribuido a que los progresos de la supervivencia de las madres (2,3% anual) y los menores de cinco años (2,1% anual) fueran más rápidos que los de la supervivencia de los recién nacidos (1,7% anual), sostiene el trabajo.

Este estudio deja claro que el lugar de nacimiento influye en las probabilidades de supervivencia, de hecho casi el 99% de las muertes de recién nacidos se registran en el mundo en desarrollo. Según sus conclusiones, más de la mitad se concentran ahora en solo cinco países: India, Nigeria, Pakistán, China y la República Democrática del Congo. Aunque, según explican, esto se debe al gran tamaño de sus poblaciones.

Los autores advierten de que, con una disminución del 1% anual, África es la región del mundo que más lentamente ha progresado. En este continente se encuentran 12 de los 15 países que registran más de 39 defunciones neonatales por 1.000 nacidos vivos. Estos países son Angola, Burundi, Chad, Guinea, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Malí, Mauritania, Mozambique, República Centroafricana, República Democrática del Congo y Sierra Leona.

Por el contrario, de los 10 países que han registrado una disminución de la mortalidad neonatal de más de dos tercios en los dos últimos decenios, ocho son países de ingresos altos -Chipre, Estonia, Grecia, Luxemburgo, Omán, República Checa, San Marino y Singapur- y dos lo son de ingresos medianos -Maldivas y Serbia-.

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