La vacuna oral contra el rotavirus previene el 100% de los ingresos hospitalarios infantiles por gastroenteritis

Los países de la UE deben decidir si la integran en sus programas de vacunación infantil
Por EROSKI Consumer 8 de mayo de 2006

La primera vacuna oral contra el rotavirus se está demostrando muy eficaz frente a este virus altamente contagioso. Según varios estudios presentados en Basilea en el XXIV Congreso de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas, la vacuna RIX4414 (más conocida por su nombre comercial «Rotarix») protege frente al 96% de las gastroenteritis infantiles graves por rotavirus y previene el 100% de los ingresos hospitalarios por ese motivo.

Aprobada hace un par de meses en la Unión Europea (UE), esta primera vacuna contra el rotavirus (hay otra en fase avanzada de investigación) está autorizada ya en 60 países de Europa, Asia, África y América Latina, y tiene cursada la correspondiente solicitud en otros 75. Desde que fue lanzada en México en 2005, se han distribuido 1,4 millones de dosis. En el caso de la UE, cada país deberá decidir ahora si la integra en sus programas de vacunación infantil, como han recomendado algunos grupos de expertos.

En España, que sigue el modelo vacunal 2-4-6 meses, «Rotarix» podría administrarse a los dos y cuatro meses, ya que su pauta es de dos dosis a partir de las seis semanas de edad y antes de las 24 semanas, con al menos cuatro semanas entre ambas. Según los expertos, la dosis inicial no debería retrasarse más allá de las 14 semanas.

En su condición de mayor culpable de gastroenteritis grave en lactantes y niños pequeños, el rotavirus causa 3,6 millones de casos anuales de gastroenteritis infantil en la Unión Europea y obliga a hospitalizar a 87.000 lactantes, 5.000 de ellos españoles.

Muy contagioso

Entre las enfermedades prevenibles con vacunas, la gastroenteritis por rotavirus puede ser la más frecuente entre los niños de la UE, según afirma el pediatra alemán Hans-Iko Huppertz. El virus causante es tan contagioso que las tasas de infección son similares en todo el mundo (más del 95% se ve afectado antes de cumplir cinco años), lo que sugiere que «las mejoras de saneamiento, higiene y calidad del agua no bastan para controlarlo», advierte Huppertz.

Andrew Pollard, especialista de la Universidad de Oxford (Reino Unido), destaca como síntomas característicos de la infección por rotavirus la diarrea líquida (cinco a nueve días), los vómitos y la fiebre (dos a cuatro días), que suelen ser más marcados al principio y más duraderos en los bebés. Según este experto, la gastroenteritis de ese origen es «más probable que cause deshidratación que otras causas de diarrea infantil», lo que, unido a otros riesgos graves (shock, niveles bajos de azúcar, metabolismo irregular), puede hacer necesaria la hospitalización. El ingreso y la correspondiente terapia de rehidratación oral o intravenosa suelen prolongarse de dos a cuatro días.

El rotavirus se transmite por vía fecal-oral con gran facilidad, especialmente en lugares de contacto infantil como las alas pediátricas de los hospitales, los ambulatorios, las guarderías o los propios hogares. Basta con que un niño se lleve los dedos a la boca tras tocar cualquier cosa contaminada con las heces de otro infectado para que se contagie. El contacto con manos o superficies contaminadas también propicia la infección, ya que el rotavirus puede sobrevivir hasta una semana fuera del cuerpo humano.

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