Las farmacias de Valencia han detectado un aumento de la falsificación de recetas y sellos de la Consejería de Sanidad de la Generalitat valenciana para la obtención de hormonas del crecimiento de manera fraudulenta. El Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia aseguró ayer que entre los más solicitados figura la somatropina, un fármaco «de gran efectividad» para resolver problemas de crecimiento, que también ha comenzado a ser utilizado de manera «incorrecta e ilegal para incrementar el volumen de los músculos».
Los farmacéuticos valencianos difundieron ayer una nota para alertar a la población sobre los graves peligros del consumo indiscriminado de estos medicamentos. Su auge, según explicaron, está relacionado directamente con un trastorno cada vez más extendido: la vigorexia, una enfermedad que puede acarrear problemas cardiovasculares, hepáticos, sexuales y musculares.
Las personas que realizan ejercicio con pesas y máquinas «de una manera compulsiva» con el objetivo de «seguir aumentando exageradamente su masa muscular» son las más propensas a sufrir esta dolencia. A esta obsesión se une «el abuso de esteroides y anabolizantes»; y una alimentación rica en proteínas e hidratos. Las consecuencias pueden ser graves, desde trastornos cardiovasculares a disfunción eréctil, pasando por una mayor propensión al cáncer de próstata, disminución del tamaño de los testículos y alteración del estado de ánimo.
El Ministerio de Sanidad y Consumo calcula que existen más de 70.000 españoles afectados por esta enfermedad.
