Los españoles afectados por Lipobay buscan un acuerdo con Bayer antes de interponer una demanda

Defensor del paciente sostiene que la compañía oculta los verdaderos motivos por los que retiró el fármaco
Por EROSKI Consumer 21 de agosto de 2001

Los afectados españoles por los fármacos elaborados con cerivastatinas, para reducir los niveles de colesterol, intentarán llegar a un acuerdo con Bayer, antes de demandar al gigante farmacéutico alemán ante los tribunales por los daños renales y musculares causados por esos medicamentos. «Queremos que se indemnice a las víctimas sin necesidad de presentar demandas ante los tribunales, porque la responsabilidad del laboratorio es clara», declaró ayer Carmen Flores, presidenta de la Asociación Defensor del Paciente, que ha reunido ya documentación de cuarenta afectados para presentarla ante los directivos del consorcio germano, fabricante del polémico Lipobay.

La institución confía en que esta misma semana se celebre un primer contacto oficial con los representantes de Bayer en España. «Queremos que el laboratorio subsane los daños causados en función de su grado, sin obligar a los afectados a estar años litigando para conseguir una indemnización», añadió Flores, para quien también Sanidad debe afrontar su responsabilidad por autorizar la comercialización de un fármaco que ha mostrado tener graves efectos secundarios.

La Asociación Defensor del Paciente sostiene que detrás de la decisión de Bayer de retirar el medicamento de las farmacias, el pasado día 8, están ocultos los verdaderos motivos de la retirada. «Dicen que la razón son los efectos secundarios del Lipobay cuando se combinan con otro fármaco anticolesterol, pero eso se solucionaría informando de forma adecuada a médicos y a pacientes», explica la presidenta. En su opinión, lo que ha sucedido es que el laboratorio «se ha dado cuenta de que el medicamento causa esos efectos secundarios por sí solo, sin necesidad de tomarlo con el otro fármaco».

Mientras los afectados españoles esperan la reunión con Bayer para un acuerdo -«si no aceptan pagar las indemnizaciones, aconsejaremos a los afectados que vayan a los tribunales», señaló Carmen Flores-, el grupo alemán hizo saber ayer que considera injustificada la ola de demandas judiciales a la que se enfrenta en EE UU por los efectos nocivos de Lipobay, cuyo consumo se relaciona con la muerte de 52 personas, 4 de ellas en España.

En una carta abierta, el presidente de Bayer, Manfred Schneider, afirma que actualmente «no hay ninguna prueba» de que el uso del medicamento haya causado la muerte de pacientes, aunque reconoce la existencia de fallecidos entre consumidores del preparado. El directivo subraya que no se ha probado una relación causal y que, además, Bayer había advertido de los efectos secundarios y de los posibles riesgos de una elevada dosis del medicamento. El fármaco se desarrolló, añade Schneider, «conforme a las reglas estrictas impuestas por las administraciones competentes» de control.

También ayer, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, atribuyó a las administraciones nacionales toda la responsabilidad derivada de la autorización del fármaco de Bayer. Prodi aseguró que la Comisión «no es responsable». Entretanto, dos funcionarios judiciales se personaron ayer en la sede italiana que la multinacional alemana tiene en Milán y recabaron información documental referida al fármaco.

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