Los especialistas advierten de que el tratamiento precoz del autismo es clave para reducir el aislamiento del niño

Actualmente pueden pasar tres o cuatro años hasta que se detecta el mal
Por EROSKI Consumer 26 de febrero de 2007

Hasta tres o cuatro años pueden transcurrir antes de que un niño que muestra los primeros síntomas de autismo sea diagnosticado y empiece a recibir el tratamiento adecuado. Este tiempo perdido resulta crucial porque, según los especialistas, aumenta el desequilibrio entre el desarrollo esperado por la edad y el que tiene el niño. La detección e intervención temprana hacen posible que se desarrolle el lenguaje u otro sistema de comunicación compatible con las capacidades del menor.

«En un trastorno del desarrollo como éste, si se empieza a intervenir cuando se ha terminado el periodo crítico de plasticidad cerebral el pronóstico es peor. Es una carrera contrarreloj», señala Mercedes Belinchón, profesora titular de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Grupo de Trabajo sobre Trastornos del Espectro Autista del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

El retraso en el diagnóstico se produce a pesar de que entre los 18 y los 24 meses hay muchas señales que hacen sospechar a los padres que el patrón de desarrollo de los pequeños no es el normal y ello les mueve a buscar ayuda. En muchos casos, los padres han acudido a profesionales que no han sabido reconocer los síntomas. «Esto está relacionado con la carencia de equipos especializados dentro de la red de salud pública», afirma la psiquiatra Amaia Hervás, responsable de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital Mutua de Terrassa.

Estas deficiencias en la detección han llevado al Grupo de Trabajo sobre Trastornos del Espectro Autista a plantear la realización de un proyecto de cribado en los centros de atención pediátrica.

Además, demanda que el Ministerio de Sanidad siga potenciando los proyectos de investigación de esta patología, hasta ahora incluida en el grupo de enfermedades raras, a pesar de que su prevalencia puede estar en torno a uno de cada 150 recién nacidos, cifras muy superiores a las de hace una década, según los últimos datos del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Atlanta.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube