Los medicamentos de última generación, que actúan como inhibidores de las células cancerígenas, mejorarán el tratamiento del cáncer de pulmón, el de mayor incidencia entre la población masculina, según José Almenárez, oncólogo del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.
Este oncólogo impartió ayer una conferencia sobre el tratamiento del cáncer microcítico de pulmón en un foro organizado este fin de semana por la Sociedad Canaria de Oncología Médica. Almenárez afirmó que estos nuevos fármacos se encuentran aún en fase de investigación, pero se mostró convencido de que en un futuro cercano se podrán utilizar para el tratamiento de esta patología.
El especialista indicó que el cáncer de pulmón es el único en el que se ha demostrado la relación causa-efecto con el consumo de tabaco, y recordó que el humo de los cigarrillos contiene más de 300 componentes y el 60% de ellos son cancerígenos.
El origen del cáncer de pulmón microcítico, que es aquel que se origina en la célula neuroendocrina del pulmón, está asociado al tabaquismo y aunque es menos frecuente que el cáncer de pulmón originado por células grandes, su curación depende también del estadio en el que se detecte.
Según Almenárez, si se detecta cuando está en un grado muy limitado y no hay afectación de ganglios, la curación puede ser total y el tratamiento consistirá en cirugía y quimioterapia. En un grado limitado, y aunque esté confinado sólo en el pulmón pero con afectación de los ganglios mediastínicos, habría que recurrir a la radioterapia y quimioterapia.
Detección temprana
En el denominado «estadio diseminado», en el que ya hay otros órganos afectados como el hígado, la curación no es posible. Los tratamientos médicos sólo mejoran los síntomas y la supervivencia del paciente está limitada como máximo a un año y medio.
Por ello, el especialista canario insistió en la importancia de la detección temprana del cáncer de pulmón y aconsejó acudir al médico ante cualquier síntoma respiratorio no habitual.
Por último, apuntó que este tipo de tumores, al tener origen en unas células neuroendocrinas, producen una serie de sustancias que sirven de diana terapéutica, por lo que la investigación sobre los nuevos medicamentos trata no sólo de evitar que las células cancerígenas se reproduzcan, sino que se destruyan.
