El Consejo de Ministros dio ayer el visto bueno a un real decreto que regula desde los niveles máximos de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono que contendrán los cigarrillos hasta los textos de advertencia al consumidor que llevarán las cajetillas. Los envases llevarán impresos diferentes avisos, algunos tan directos como «Fumar mata».
Los médicos especialistas, los neumólogos, expresaron sin embargo su malestar porque, según dijeron, las autoridades españolas han «suavizado» el contenido del mensaje propuesto por Unión Europea. Las cajetillas que se vendan en España también presentarán frases menos incisivas como «Fumar puede matar». La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) consideró ayer que no existen motivos que justifiquen el cambio.
De hecho, la misma ministra de Sanidad reconoció ayer en la presentación del acuerdo del Gobierno que el tabaco supone la primera causa de muerte evitable. Más de 55.000 personas fallecen cada año en España como consecuencia de esta adicción, lo que supone la muerte de seis fumadores por hora. La cifra de fallecimientos aumentó «considerablemente» entre 1995 y 2000, especialmente entre las mujeres.
Estudios recientes apuntan a que, aunque la tendencia es decreciente, aún fuma uno de cada tres ciudadanos mayor de 16 años. Los jóvenes comienzan a hacerlo recién cumplidos los 13. En el último mes, se calcula además que un 30,5% de los chicos con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años ha encendido e inhalado, al menos, un pitillo.
Plan para las empresas
Las tabaqueras tienen tiempo hasta el 30 de septiembre de 2003 para incluir en la cara más visible de los paquetes una de las dos advertencias citadas o una tercera: «Fumar perjudica gravemente su salud y la de los que están a su alrededor». En la cara opuesta del paquete aparecerá una advertencia sanitaria adicional de un listado de catorce. Entre ellas «Fumar acorta la vida» o «Fumar puede ser causa de una muerte lenta y dolorosa».
La ministra adelantó también que el Gobierno trabaja en un programa de prevención y control del tabaquismo en colaboración con las comunidades autónomas. El plan incluirá desde un proyecto de ámbito escolar hasta la anunciada regulación sobre el consumo de tabaco en las empresas.
