Los reumatólogos prevén un incremento de los casos de artrosis a partir de 2010 debido a la obesidad y a la práctica deportiva intensa

Se calcula que la mitad de la población sufre una enfermedad reumática aguda o crónica
Por EROSKI Consumer 23 de agosto de 2004

La Sociedad Española de Reumatología (SER) ha alertado sobre el futuro incremento de la artrosis en España. Según esta institución, el aumento notable en el número de personas afectadas por esta enfermedad se producirá a partir de 2010 debido, principalmente, al incremento de la obesidad, un problema muy ligado a la edad, y a la práctica deportiva intensa.

Los expertos calculan que la mitad de la población sufre una enfermedad reumática aguda o crónica. De hecho, una investigación realizada por el Hospital General de Guadalajara situaba estas patologías como la primera causa de invalidez permanente y la tercera de incapacidad laboral transitoria.

Curiosamente, la mitad de las bajas por invalidez permanente originadas por enfermedades reumáticas corresponden a pacientes con artrosis, patología que afecta a cuatro millones de españoles.

Alteración del cartílago

La artrosis es una enfermedad producida por la alteración del cartílago, uno de los tejidos que forman las articulaciones, lo que origina la aparición de dolor y, en ocasiones, la pérdida de su movimiento normal.

Aunque puede aparecer en cualquier articulación del organismo, generalmente afecta a las de los dedos de las manos, el pulgar, las rodillas, caderas, el primer dedo del pie, y la columna cervical y lumbar.

Los síntomas de la artrosis, aunque dependen de las articulaciones, comienzan gradualmente y la progresión es lenta. Al principio, el dolor aparece mientras la articulación se mueve y desaparece con el reposo, pero con el tiempo y a medida que la artrosis se va haciendo más severa, el dolor es más continuo.

No existe ningún tratamiento que pueda curar la artrosis, pero sí se pueden aliviar los síntomas, retardar su evolución y mejorar la calidad de vida. Los pasos a seguir dependerán de la articulación afectada, la severidad de la artrosis, el grado de dolor, las actividades diarias del paciente, y la edad.

La estrategia que se deberá seguir dependerá de la corrección, cuando es posible, de factores desencadenantes o agravantes, como el tratamiento de la obesidad, y la protección de las articulaciones.

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