Un grupo de investigadores británicos ha destapado un nuevo escándalo de la tabacalera estadounidense Philip Morris. Expertos de la Escuela de Medicina Tropical de Londres han publicado en la edición electrónica de la prestigiosa revista científica «The Lancet» un artículo en el que acusan a dicha compañía de ocultar información sobre los riesgos del tabaco en los fumadores pasivos.
El texto, que hace referencia a información interna de la empresa, cuenta cómo la tabacalera contrató a principios de los años 70 unas instalaciones en Alemania en las que se realizaban experimentos secretos relacionados con los efectos del tabaco. Los resultados raramente se hicieron públicos y los que aparecieron no incidían precisamente en los daños. La empresa tejió un complicado entramado para evitar cualquier relación con el laboratorio alemán, aunque en «The Lancet» se asegura que algunos ejecutivos conocían su existencia.
Uno de esos trabajos estudió en los años 80 los efectos del humo en los fumadores pasivos. Los datos que hizo públicos Philip Morris ponían en duda estudios de la época que hablaban de los efectos perjudiciales del tabaco para los no fumadores. Sin embargo, «informes sin publicar, realizados en Alemania, muestran que el humo que respiran los fumadores pasivos era incluso más perjudicial que el inhalado del cigarrillo», explica Martin McKee, de la escuela londinense.
Precisamente ayer se presentó en el Congreso Nacional de Prevención del Tabaquismo, que se está celebrando en Barcelona, un nuevo estudio que incide en el peligro al que se exponen los trabajadores de hostelería. El trabajo de la Agencia de Salud Pública de Barcelona afirma que el riesgo de cáncer de pulmón supera las 145 muertes por 100.000 personas.
