El Hospital Reina Sofía de Córdoba ha trasplantado con éxito un hígado a un bebé que contaba con cuatro meses de edad y 4, 5 kilos de peso en el momento de la intervención y que actualmente presenta un peso de ocho kilos y evoluciona favorablemente.
Según informó Jesús Jiménez, uno de los pediatras del centro, el pequeño padece una tirosinemia tipo 1, causante del fallo hepático. Se trata de una enfermedad hereditaria que es mortal si no se trata a tiempo y afecta al metabolismo de ciertos aminoácidos como tirosina y metionina, con una incidencia de alrededor del 1 por 1.000.000 de nacimientos y provocada por un déficit de enzimas.
En el momento del ingreso del lactante en el centro, el pasado 1 de julio, se desconocía la causa del fallo hepático y, hasta que apareció el órgano para el trasplante, el niño pudo sobrevivir (durante diez días) gracias a una máquina de soporte hepático -MARS- que se utilizaba por primera vez en el hospital cordobés, aunque ya se había probado previamente en el Hospital La Fe, de Valencia.
Respecto al tratamiento farmacológico, Jiménez explicó que se utilizaron fármacos indicados para la tirosinemia tipo 1, que fueron importados desde Suecia, pero que no resolvieron el problema hepático debido al deterioro del órgano.
Para el trasplante se utilizó un segmento de hígado de donante cadáver, lo que suponía «muchas dificultades técnicas» por la complejidad de conectar las arterias en niños tan pequeños, señalaron los facultativos que realizaron la intervención, Pedro López y Sebastián Rufián.