La ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, recomendó ayer comprar los juguetes en tiendas de confianza y apostar por los de fabricación española o europea, tras constatar que el 70% de los productos analizados en España no cumplen las normas de seguridad y calidad exigidas. Salgado, quien visitó el Centro de Investigación y Control de Calidad del Instituto Nacional del Consumo (INC), quiso lanzar, sin embargo, un mensaje de tranquilidad y destacó que ese alto porcentaje no significa que siete de cada diez juguetes vulneren la normativa, ya que sólo se analizan los «sospechosos».
El 80% de los avisos de la red de alerta europea sobre productos de riesgo afecta a género de terceros países y que se comercializa en las denominadas «tiendas de todo a cien» o «multiprecio». Salgado recordó que en la última Conferencia Sectorial de Consumo se acordó intensificar las inspecciones de estos bazares, «en los que se venden productos siempre muy baratos, pero que, tal como hemos comprobado, no tienen todas las garantías de calidad y seguridad que serían exigibles».
Salgado insistió que en España se pueden comprar juguetes «con toda tranquilidad» y destacó la «extraordinaria calidad» de la industria juguetera nacional, al tiempo que aconsejó no buscar productos «sofisticados», sino adecuados a la edad y el desarrollo del niño.
Respecto al reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que denuncia que incluso juguetes con la etiqueta de homologación «CE» son inseguros, Salgado explicó que se trata de una «autocertificación» que coloca en sus productos el fabricante para decir que el proceso de fabricación cumple la normativa europea, pero que no es un sello de las autoridades de consumo. Puede ocurrir así que un juguete tenga la marca «CE» e incumpla la normativa o que el fabricante no se la haya colocado y luego se haya falsificado, apuntó la ministra tras recordar que OCU se ha limitado a analizar una muestra pequeña y sólo de productos sospechosos.
El Centro de Investigación y Control de la Calidad comprueba que los juguetes no tienen piezas pequeñas que pueden ser tragadas y provocar asfixia en los niños, que no presentan aristas, o salientes cortantes, o que no arden.
