Un tercio de las gafas de sol no supera las garantías de calidad

Las gafas de sol no homologadas pueden resultar más perjudiciales que no llevar ninguna protección
Por EROSKI Consumer 3 de abril de 2012

Una de cada tres gafas de sol que se comercializan en el mercado no se adapta a los actuales controles sanitarios. El presidente del Consejo General del Consejo General de Ópticos-Optometristas advierte de que si las gafas no ofrecen la protección adecuada, las radiaciones dañinas pueden penetrar más en el interior del ojo y causar más perjuicios que si no se va provisto de ningún tipo de protección.

Una elevada exposición a la radiación ultravioleta incrementa el riesgo de patologías oculares severas, en especial en zonas costeras y de montaña. Puede ocasionar conjuntivitis, inflamaciones agudas de la córnea y la aparición de algunos procesos oculares degenerativos, como cataratas, retinopatías, pinguécula o pterigión.

Los expertos recomiendan escoger el tipo de gafas de sol en función del momento en que se vayan a usar, ya que su protección varía en función de la luminosidad y de los cambios bruscos de luz. Por ejemplo, para la conducción, el mejor tipo de gafas de sol son las polarizadas, porque reducen el deslumbramiento y facilitan la visión en días muy luminosos. Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas, recuerdan que unas gafas de sol adecuadas también protegen frente a posibles impactos en la práctica deportiva, provocan un efecto pantalla que evita el contacto de los ojos con el polen y el polvo y reducen la sequedad ocular.

Pero ante todo, inciden en que las gafas de sol deben de estar homologadas, contar con un filtro solar adecuado y con lentes orgánicas o de cristal, nunca de plástico. Por ello, recomiendan adquirirlas en un establecimiento sanitario de óptica, que garantizan a los usuarios el cumplimiento de todos los parámetros de seguridad y de calidad

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