El Ministerio de Sanidad y Consumo y los principales empresarios y diseñadores de moda españoles constituirán un grupo de trabajo para combatir la anorexia. Su objetivo será intentar homogeneizar las tallas y acercar los modelos estéticos que se proponen desde el sector a la realidad social.
Este es uno de los acuerdos alcanzados ayer en el encuentro que mantuvo la titular de Sanidad, Elena Salgado, con representantes de la industria textil, convocados para trabajar conjuntamente en la lucha contra la anorexia, la protección de los derechos de los consumidores y la promoción de una imagen física saludable.
El Ministerio, según explicó en un comunicado, se ha comprometido además a iniciar un amplio estudio antropométrico de la población española que actualice los parámetros de la tipología física de los ciudadanos. Empezará a estudiar el cuerpo de la población femenina mayor de 12 años y completará el análisis, por tramos de edad, hasta abarcar al total de la población.
El grupo de trabajo con creadores y representantes de la industria de la moda estará presidido por la directora general de Consumo, Ángeles Heras, y celebrará su primera reunión a primeros de mayo, en la que analizará las tallas, el etiquetado y los maniquíes del sector.
Sanidad espera que, en el plazo de tres meses, el grupo tenga listas unas conclusiones que sirvan de base para adoptar medidas, unificar las tallas y acercar los modelos que se proponen desde el mundo de la moda a la realidad de la población. Se trataría, según apunta el Ministerio, de acuerdos de autorregulación del sector y no de una normativa elaborada por la Administración.
Manipulación de tallas
La Federación de Consumidores en Acción (FACUA), que ha valorado positivamente el encuentro entre el Ministerio y el sector de la moda, ha pedido al departamento que dirige Elena Salgado que elabore una norma que «acabe con la manipulación en las tallas de vestir que se produce por parte de determinados comercios y marcas».
Según FACUA, es necesaria una legislación que evite la heterogeneidad de tallas «llegando al extremo de que puedan encontrarse en el mercado dos prendas de la misma marca, modelo y talla cuyas dimensiones reales sean distintas, fruto de la dejadez de los fabricantes en los necesarios protocolos de control».
La Federación insiste en que el Ministerio debe regular los tallajes de las prendas de vestir con el fin de impedir que determinados comercios o marcas «capten clientes utilizando tallas como la 34 y 36, cuyas medidas se ajustan en realidad a otras superiores».
En este sentido, aclara que no pretende «en ningún caso la retirada del mercado de tallas pequeñas, ya que hay numerosos consumidores cuyas dimensiones se ajustan a una talla 34 sin que ello implique que padezcan enfermedades fruto de trastornos alimentarios».
Que no quede en el olvido
Por su parte, la portavoz de la Asociación en Defensa de la Atención de la Anorexia Nerviosa y Bulimia (ADANER), María del Carmen González, ha dicho que su organización se muestra «contenta» por el hecho de que se promueva nuevamente el debate sobre los trastornos alimentarios y se desarrollen acciones concretas para controlar el talle de las prendas de vestir y la promoción de un cuerpo saludable. No obstante, ha advertido de que ADANER no está dispuesta a tolerar que, como en años anteriores, el tema «vuelva a quedar en el olvido».
María del Carmen González ha recordado que en el año 1999 se produjo un debate similar que finalmente «quedó sólo en buenas intenciones y no se concretó ninguna medida» tendente a regular el tallaje y, consecuentemente, disminuir la presión de los estereotipos de cuerpos delgados.
