Sanidad ampliará la lista de medicamentos que se dispensan sin receta

En España se expenden libremente más de 300 principios activos y unas 1.250 especialidades farmacéuticas
Por EROSKI Consumer 23 de febrero de 2004

El Ministerio de Sanidad y Consumo está elaborando una orden para ampliar el número de principios activos susceptibles de ser empleados en especialidades farmacéuticas publicitarias (EFP´s), los medicamentos que no necesitan receta para ser dispensados, informó el subdirector general de Asistencia y Prestación Farmacéutica, Alfonso Rodríguez.

Según este responsable del departamento que dirige Ana Pastor, se trata de «actualizar» la relación de principios activos disponibles para su utilización en un marco de «automedicación responsable», una línea que en España está experimentando «una tendencia al crecimiento», aunque todavía queda lejos de las cuotas de mercado alcanzadas en otros países europeos.

Actualmente están autorizados en España más de 300 principios activos y unas 1.250 especialidades, si bien su cuota de mercado se limita al 8% del mercado de medicamentos nacional, señalaron fuentes de la Asociación para el Autocuidado de la Salud, que agrupa a los fabricantes de EFP´s. No obstante, en otros países europeos la penetración de estos fármacos ronda el 20%.

En su intervención la semana pasada ante un foro compuesto mayoritariamente por farmacéuticos, Alfonso Rodríguez reconoció que la cuota de las EFP´s en España «todavía está lejos» de la registrada en la Unión Europea (UE). En concreto, indicó que en nuestro país el gasto en estos medicamentos es de 23 euros por persona, frente a los 40 de media en la UE.

Convergencia con Europa

Tras asegurar que «se aprecia una tendencia al crecimiento lento», el subdirector de Asistencia y Prestación Farmacéutica mostró su esperanza en que «de forma lenta y progresiva» España «pueda llegar a converger» con Europa en este aspecto.

A su juicio, estos fármacos, de los que sí se puede hacer publicidad en medios generales, a diferencia de lo que ocurre con medicamentos de prescripción, presentan varios beneficios. En concreto, permiten reducir el número de consultas en Atención Primaria, con la consiguiente reducción de la «presión asistencial» en este ámbito y el ahorro derivado de eliminar las prescripciones que se hubieran hecho en ellas.

Además, contribuyen a que los ciudadanos sean «cada vez más responsables de su salud», si bien en este terreno debe aparecer la figura del farmacéutico como garante de la administración segura de los citados medicamentos, concluyó Rodríguez.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube