Sanidad apuesta por las donaciones de órganos procedentes de personas vivas para aumentar el número de trasplantes

Los implantes de riñón de donante vivo casi se han duplicado, al pasar de 34 en el año 2002 a 60 en 2003
Por EROSKI Consumer 13 de enero de 2004

Las autoridades sanitarias españolas apuestan por impulsar las donaciones de órganos procedentes de personas vivas, actividad quirúrgica que en España aún no está muy desarrollada, para aumentar el número de trasplantes en nuestro país. El balance ofrecido ayer por la ministra de Sanidad, Ana Pastor, y la coordinadora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Blanca Miranda, arroja resultados muy positivos, por cuanto las donaciones aumentaron un 2,6% en 2003 y las negativas de familiares a ofrecer órganos se cifraron en un 19% frente al 20% del año anterior.

En nuestro país, las intervenciones quirúrgicas con órganos de donante vivo no dejan de ser modestas, aunque los implantes de riñón de este tipo casi se han duplicado, al pasar de 34 en el año 2002 a 60 en 2003. Sin embargo, los injertos de hígado el año pasado sólo fueron 31, lo que supone un descenso del 24%.

«De cada 100 casos de posible donación, en 81 ocasiones ésta se hizo posible gracias a esos anónimos ciudadanos a los que reconocemos su gesto y entrega», aseveró Ana Pastor.

Los datos referidos a 2003 son bastante alentadores. Se realizaron 1.446 donaciones, lo que significa una relación de 33,9 donantes por millón de habitantes. Todo ello se tradujo en que los trasplantes renales experimentaron un incremento del 5%, hasta alcanzar los 2.131, y los pancreáticos un 7% (74). Blanca Miranda atribuyó tal aumento a la rebaja del rechazo de los familiares a donar órganos de sus allegados muertos.

Por añadidura, cada vez «se aceptan más donantes con patologías que antes se descartaban con miras a realizar un trasplante», dijo Miranda. Y es que las mejoras registradas en el campo de las cuidados post-operatorios permiten ampliar el número de trasplantes.

Otro aspecto a destacar es que está subiendo progresivamente la edad de los donantes, hasta el punto de que se ha dado el caso de un anciano de 89 años que donó los dos riñones. Además, un 12% de los donantes en 2003 tenía más de 70 años.

Puntos débiles

Los puntos débiles del balance se refieren al trasplante cardiaco, que desciende un 6,8% (289, frente a los 310 del año anterior), y el pulmonar, que baja un 7,5% (149, en contraste con los 161 de 2003).

Además, el hecho de que la edad media de los donantes sea cada vez mayor redunda en menos candidatos a recibir un trasplante de corazón y pulmón. A ello se une también el hecho de que las personas que donan órganos suelen morir por accidentes cardiovasculares, que dañan órganos como los citados anteriormente.

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