Responsables de la administración sanitaria española admiten que la revisión de historiales médicos antiguos, a la luz de los datos ahora conocidos sobre la cerivastatina -principio activo del Lipobay y comercializado a partir de 1998- podría sumar nuevos casos mortales a los seis oficialmente admitidos por la Agencia Española del Medicamento hasta ahora. Una nueva denuncia no reconocida por el Insalud se presentó hoy en Ávila, mientras que la Asociación Defensa del Paciente (ADEPA) maneja en 12 la cifra de probables muertes asociadas al Lipobay, en distintos puntos de España. Pese a las críticas de «pasividad» de ADEPA, el director general del Medicamento, Ramón Palop, daba por buena la actuación de la red de vigilancia farmacosanitaria en España.
La dificultad de establecer la relación causa efecto entre el uso del anticolesterol Lipobay, solo o combinado con compuestos de gemfibrozilo, y la muerte de pacientes en los dos últimos años explicaría el número limitado de casos reconocidos en España -seis mortales y 76 de afectados-, donde unas 200.000 personas seguían este tipo de tratamientos. Así lo cree Palop, que reconocía que «no todos los pacientes que han sufrido reacciones adversas en los dos últimos años están registrados en la Agencia Española del Medicamento».
«Nosotros sólo tenemos la información que nos facilita el personal sanitario», añadió el director general del Medicamento, que recriminó al colectivo médico una cierta «infranotificación» de las reacciones adversas de algunos fármacos. Hay otros casos en los que los efectos secundarios se manifiestan meses después de haber dejado la medicación, lo que dificulta también la identificación del agente causante. A pesar de ello, Palop se felicitó por la «adecuada» actuación del Ministerio y del papel «muy activo» desempeñado por España en la alerta internacional sobre los potenciales efectos nocivos de la cerivastatina. A principios de año, el Centro andaluz de Farmacovigilancia detectó un número alto de casos de rabdomiólisis -deterioro y destrucción muscular- en pacientes tratados con Lipobay y activó así el mecanismo establecido de alertas nacional y comunitaria.
A pesar de la decisiva actuación española, para muchos de los afectados los avisos del sistema sanitario llegan tarde. La presidenta de la Asociación Defensor del Paciente, Carmen Flores, acusó ayer Sanidad y a las administraciones autonómicas competentes de «pasividad» ante esta crisis farmacológica, a diferencia -dijo- de la reacción rápida demostrada por el Ejecutivo alemán, «que está pidiendo explicaciones a Bayer por jugar con la salud pública».
Según, Flores, ADEPA ya ha puesto «en manos de abogados» un total de 12 casos de fallecimientos en toda España que podrían estar asociados al consumo del fármaco anticolesterol. La distribución geográfica de las denuncias – de las cuales sólo se ha formalizado una- es de dos casos en Andalucía, Guipúzcoa y Valencia, y una en Castellón, La Rioja, Bilbao, Galicia, Avila y Zaragoza.