Trabajo actualiza las indemnizaciones por lesiones, mutilaciones y deformidades que no producen invalidez

Las cantidades establecidas van de 360 a 6.630 euros
Por EROSKI Consumer 1 de mayo de 2005

El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales acaba de actualizar el baremo de indemnizaciones por lesiones, mutilaciones y deformidades de carácter definitivo no invalidantes. En este baremo prima la imagen. No en vano, la pérdida de la nariz vale más que la de un riñón. En concreto, el órgano olfativo es el más cotizado. Su pérdida da derecho a percibir 6.630 euros, tras el incremento del 64% aprobado para compensar la subida de la inflación desde la regulación de 1991.

Esta circunstancia no es la única que revela la preponderancia del factor imagen a la hora de elaborar el listado de compensaciones económicas por los daños sufridos en accidentes laborales y enfermedades profesionales. Así, la pérdida del olfato está, con 1.010 euros, seis veces menos considerada que la del propio apéndice nasal; salvo que se trate de alguien que lo utilice profesionalmente -perfumista, sumiller…-, entonces se trataría de un caso de invalidez, no contemplado en esta normativa.

Si se exceptúa la nariz, son los órganos genitales, el dedo pulgar y las vísceras los más valorados por el legislador, que ha introducido pocos criterios novedosos desde el nacimiento de la regulación, en 1969. Las cuantías fueron revisadas en 1988 para suprimir las discriminaciones por motivos de sexo. Otro cambio se ha producido en la nueva orden ministerial, que incrementa un 49% adicional la contrapartida por hipoacusia en ambos oídos, cuando hasta la fecha la indemnización era única, afectara a uno o a los dos. Diversos pronunciamientos del Tribunal Supremo, que tiene ya una doctrina consolidada al respecto, han obligado a la Administración a establecer este nuevo criterio.

Otra característica del baremo es que, en general, la pérdida de dos órganos iguales -orejas, testículos, ovarios…- se valora en más del doble que la de uno solo, aunque no mucho más. Por ejemplo, la desaparición de un testículo se compensa con 2.370 euros, y la de los dos, con 5.330, las mismas cifras que para el caso de los ovarios.

Los resarcimientos fijados por la nueva orden van desde el correspondiente a la nariz -6.630 euros- a los 360 euros que se pagan por la rigidez articular del primer dedo del pie, que es el más bajo. También tienen compensación -entre 450 y 1.780 euros- las cicatrices, según sus características y, en su caso, de las perturbaciones funcionales que produzcan.

En 2003, la Seguridad Social abonó estas compensaciones a unos 17.000 trabajadores, que representan aproximadamente el uno por mil. La incidencia fue similar a la de otros ejercicios. La indemnización media fue de 904 euros en 2002, por lo que, tras el aumento, pasará a cerca de 1.600 euros.

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