Un estudio realizado durante más de 10 años en 116 pacientes de la Clínica Universitaria de Navarra ha demostrado que una técnica poco agresiva elimina las varices sin cirugía y con el cien por cien de eficacia. La técnica, que se describe en la última edición de la revista especializada «Archives of Dermatology», consiste en la inyección en las venas enfermas de una microespuma, que permite una cicatrización más rápida y con menos complicaciones.
Las varices son una de las patologías de las que no se conoce el remedio para su curación, pero sí para su tratamiento. Además, pueden desarrollarse y derivar en úlceras que requieren un tratamiento más agresivo. Hasta el momento, el tratamiento de la hipertensión, que es el origen de las varices, se hacía de una forma quirúrgica, abierta o endoscópica. Con la nueva técnica de la microespuma, el tratamiento no es invasivo y se realiza de modo ambulatorio, por lo que se evita la anestesia y el reposo.
El tratamiento esclerosante se inicia con la localización de los vasos enfermos a través de las técnicas de imagen. Posteriormente se realiza una punción de la vena guiada con eco-doppler y se introduce un catéter, a través del cual se inyecta la microespuma. «Se trata de una técnica que se realiza de forma ambulatoria, sin necesidad de anestesia, ni reposo. Con la primera sesión de tratamiento disminuye drásticamente el dolor y el paciente puede hacer una vida normal», manifestaron desde el centro.
«Tenemos estudios que demuestran que las varices desaparecen al cien por cien. Lo cual no significa que curemos las varices, porque por definición es una enfermedad que no tiene cura, tiene tratamiento. Pero una vena dilatada, que es lo que es una variz, que se trata con espuma de polidocanol guiado por ultrasonidos, es una variz que desaparece», dijo el doctor Leopoldo Fernández, especialista en cirugía cardiovascular.