Las células madre pueden marcar el futuro de la cirugía plástica. En Japón ya se ha probado, en 21 mujeres operadas de cáncer de mama, un tratamiento pionero que sustituye las tradicionales prótesis de silicona por inyecciones de células madre obtenidas de la propia grasa. Ahora esta técnica llega a Europa.
Los resultados tan esperanzadores obtenidos en Japón han animado a iniciar un nuevo ensayo clínico en el viejo continente con 70 pacientes en el que participarán dos centros españoles, el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y el Instituto Valenciano de Oncología (IVO).
El ensayo «Restore II» arrancará a primeros de 2008 con un grupo seleccionado de mujeres con cáncer de mama, diagnosticadas precozmente y sin metástasis ni recaídas, por lo menos un año después de la intervención. El objetivo es mejorar el aspecto del pecho después de sufrir una mastectomía parcial, una cirugía en la que no es necesario amputar toda la mama, sólo el tejido que rodea el tumor.
El servicio de Cirugía Plástica del Hospital Gregorio Marañón está familiarizado con la nueva técnica. Aún no la ha utilizado en la reconstrucción mamaria, pero sí ha recurrido a las células madre de la grasa para reparar corazones dañados tras un infarto. De hecho, el pasado mes de febrero realizó el primer implante mundial para inducir la creación de nuevos vasos sanguíneos que irrigaran el corazón y mejoraran su capacidad de bombeo.
Durante el próximo año también se pondrá en marcha otro ensayo para probar la eficacia de la nueva estrategia en mujeres con daños más graves y defectos de silueta en sus mamas, debido a la radioterapia. En este segundo estudio sólo participarán 20 pacientes.
La intervención es muy sencilla. Las células madre consiguen aumentar el volumen de la mama un mes después del trasplante. En las 21 mujeres tratadas en Japón no se han observado problemas de rechazo o de tolerancia.