Una de cada diez parejas españolas en edad fértil tiene problemas de fecundidad

Los métodos de reproducción artificial han experimentado un gran auge en los últimos años
Por EROSKI Consumer 18 de septiembre de 2002

Las técnicas de reproducción asistida constituyen la última esperanza para las parejas incapaces de procrear por métodos naturales. En España, por lo menos una de cada diez parejas en edad fértil tiene problemas para tener descendencia, y este porcentaje va en aumento. Se calcula que unas 600.000 parejas son estériles, cifra que se incrementa cada año en unos 16.000 nuevos casos. Estos datos explican el auge que han adquirido en los últimos años en nuestro país los métodos de reproducción artificial, de actualidad en estos momentos debido a la polémica que ha originado el nacimiento del primer bebé a partir de óvulos congelados.

«La sanidad pública no da abasto en lo que se refiere a la reproducción asistida», dice tajante José María Gómez, jefe del servicio del mismo nombre de la Policlínica Gipuzkoa de San Sebastián. Este ginecólogo establece una relación directa entre el aumento de la esterilidad y el retraso de la edad media de la maternidad. «Son fenómenos interrelacionados porque hay que tener en cuenta que a partir de los 35 años la fertilidad de la mujer se reduce un 50%», explica.

Koldo Carbonero, director de la Unidad de Reproducción Asistida de la Clínica Quirón, corrobora esa teoría y apunta que hay otro fenómeno que explica la incidencia de la esterilidad: el empeoramiento de la calidad del semen masculino debido a factores como el estrés, el tabaco y el ritmo de vida actual. «Nosotros hemos constatado que la esterilidad ha pasado de un 10% a más de un 20% en quince años», asegura.

Los tratamientos que ofrecen tanto la sanidad pública como los centros privados son básicamente tres. El primero de ellos es la inseminación artificial -puede realizarse con semen de donante o del cónyuge-, que consiste en el depósito de espermatozoides de forma no natural en el tracto reproductivo de la mujer en el momento próximo a la ovulación. En segundo lugar está la fecundación in vitro, que se basa en la fecundación en laboratorio y posterior transferencia del embrión a la cavidad uterina. Y por último está la microinyección espermática, donde se inyecta un solo espermatozoide en el óvulo y posteriormente se realiza la transferencia de los embriones al útero.

El número de parejas que recurren a cualquiera de estos tratamientos es difícil de cuantificar. El ginecólogo Carbonero sostiene que el 80% de los cónyuges con problemas de esterilidad buscan ayuda en la reproducción asistida. Roberto Matorras, responsable del área en el Hospital de Cruces, en la localidad vizcaína de Barakaldo, no se atreve a hablar de porcentajes y se limita a señalar que el año pasado hubo 12.000 consultas relacionadas con problemas de fecundación en el centro vizcaíno.

Matorras rebaja hasta un 10-15% la tasa de esterilidad y razona que el crecimiento de la incidencia del fenómeno tiene mucho que ver con la asistencia al especialista de personas que antes ignoraban la existencia de esta clase de tratamientos. «Es cierto que la esterilidad ha aumentado porque la maternidad se retrasa pero también hay que tener en cuenta que ahora acuden al médico muchas parejas que antes ni se lo planteaban y que por tanto no figuraban en las estadísticas», dice.

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