Una nueva quimioterapia hace remitir el cáncer de cabeza y cuello en un 32%

Estos tumores son los más frecuentes en el varón de los países de la cuenca mediterránea
Por EROSKI Consumer 4 de junio de 2003

Un estudio multicéntrico español ha confirmado el beneficio de un nuevo esquema de quimioterapia (cisplatino, 5-fluoracilo y Taxol), que consiguió hacer remitir el tumor de cabeza y cuello en un 32% de los casos. Este trabajo, presentado en el último congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), es el primero en el mundo de estas características, y ha sido desarrollado en España sobre una muestra de 387 pacientes.

Los tumores malignos de cabeza y cuello ocupan el quinto lugar en la lista de cánceres más frecuentes en el varón de los países de la cuenca mediterránea, especialmente en España y Grecia. En estos países, su prevalencia es mucho más alta que en los estados del centro y del norte de Europa, donde se registraron más de 10.000 nuevos casos y 4.000 muertes en 2000, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, los expertos consideran preciso una detección temprana de la lesión tumoral y el abordaje terapéutico más conveniente para cada caso.

Durante la investigación se establecieron dos grupos de pacientes con cáncer de cabeza y cuello localmente avanzado. Uno de ellos recibió el tratamiento de quimioterapia estándar (cisplatino y 5-fluoracilo) y el otro, la triple combinación. Los enfermos de este segundo grupo aumentaron su supervivencia en dos años, respecto al primero.

Además, esta terapia evita que un alto porcentaje de los pacientes que pueden ser intervenidos se sometan a una cirugía mutilante. Así, según el estudio, los órganos implicados en las funciones del habla y la deglución, como la laringe o la faringe, se preservaron en un 89% de los pacientes que recibieron la nueva combinación quimioterápica, en comparación con un 76% de los que fueron tratados con cisplatino y 5-FU.

El cáncer de cabeza y cuello afecta desde las vías aerodigestivas altas (laringe, faringe, boca, lengua y labios) hasta los senos paranasales, y, tradicionalmente, se ha asociado a un estatus socioeconómico medio-bajo, pese a que puede presentarse en cualquier clase social. Los principales agentes implicados en el desarrollo de estos tumores son el tabaquismo, la mala higiene bucodental y algunos factores víricos.

Los primeros síntomas que deben alertar sobre su aparición, para acudir al médico lo antes posible y obtener un diagnóstico precoz, son dolor en la cavidad oral, la aparición de lesiones blanquecinas en esta misma región y el crecimiento de ganglios o bultos en el cuello.

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