«Zyntabac», el fármaco que revolucionó la lucha contra el tabaquismo

Este medicamento está bajo sospecha de haber provocado la muerte de varios pacientes en Gran Bretaña y Alemania
Por EROSKI Consumer 22 de enero de 2002

En octubre de 2000 comenzó a comercializarse en Europa «Zyntabac», un eficaz fármaco para dejar de fumar que revolucionó la lucha contra este habito. Aunque responsables médicos y farmacéuticos españoles respaldan la eficacia de esta píldora, el domingo, la Agencia Alemana del Medicamento hizo públicos sus temores respecto a la muerte de cuatro pacientes tratados con este fármaco. Dos días antes, su colega británica reconoció el fallecimiento de 57 desde que se comercializa (en ambos países desde julio de 2000).

Aunque la Agencia Británica de Control de los Medicamentos (MDA) reconoce «que no está demostrada» la relación y que «en la mayoría de los casos la forma física de los fallecidos podría explicar su muerte», esta misma oficina ya denunció en mayo pasado la muerte de 35 personas que consumían Zyban (nombre comercial en territorio anglosajón de «Zyntabac»).

Los responsables en España de la seguridad sanitaria no han dado credibilidad a estas denuncias. «No tenemos constancia de que se plantee la retirada. En su día se dieron instrucciones respecto a la necesidad de la prescripción médica», destacaron fuentes de la Agencia Española del Medicamento (AEM). La multinacional Glaxo Wellcome, que fabrica el «Zyntabac» en su planta de Aranda de Duero (Burgos), insiste en que «se trata de un tema recurrente».

En menos de dos años de autorización, el uso del «Zyntabac» en España se acerca al medio millón de personas, superior incluso a Alemania y Gran Bretaña. Un estudio de campo realizado por la Unidad de Tabaquismo del hospital de la Princesa de Madrid entre unos 1.500 pacientes admite un cierto número de casos de insomnio (cerca de un 30%), cefaleas y urticarias. «Similar a las contraindicaciones de otros fármacos, pero nada relacionado con lo que se denuncia en Inglaterra y Alemania», aseguró su director, el neumólogo Carlos Jiménez.

Este profesional ha dirigido el único estudio que se ha realizado en España sobre los efectos de «Zyntabac» tras el primer año de vida útil del producto. En este plazo se calcula que entre el 43% y 45% de los españoles que han respetado las claves del tratamiento han dejado de fumar.

Jiménez destaca como aportaciones el que «se trate de la primera pastilla del mercado que no contiene nicotina y cuyos efectos secundarios, que los tiene, son similares a otros fármacos». El «Zyntabac» está indicado para fumadores con dependencia moderada o alta (al menos 15 cigarrillos diarios).

Carlos Jiménez achaca las denuncias surgidas en Inglaterra y Alemania a «las agresivas campañas antitabaco que han llevado al consumo de estas pastillas a todo tipo de personas, algunas con contraindicaciones físicas que no se han tenido en cuenta». En España aún no se ha diagnosticado ningún caso de relación directa con la muerte de algún usuario.

Imita a la nicotina

Este fármaco, que comenzó a utilizarse en Estados Unidos hace casi un lustro como antidepresivo, revolucionó el campo de la lucha contra el tabaquismo al ofertar el primer producto sin nicotina y que no basaba su éxito en la sustitución gradual de la dosis del fumador.

Su eficacia (y al parecer también su riesgo) se basa en el bucopropión, su principio activo, que es un antidepresivo que provoca una inhibición neuronal selectiva que reconduce la demanda de noradrenalina y dopamina. «Aunque no está muy claro el mecanismo de acción, se supone que imita el efecto de la nicotina y disminuye el deseo de fumar y el síndrome de abstinencia», explica la neumóloga de la Unidad de Tabaco del hospital La Paz (Madrid), María Soledad Serrano.

Actúa sobre el cerebro

El bupropión actúa de forma directa sobre el cerebro y sus núcleos que liberan la dopamina, culpable del efecto dependencia. En su día se anunció como el método que acabaría arrinconando a parches, placebos, acupuntura y demás ofertas de lucha contra el tabaco. Sin embargo, la AEM ya obligó en mayo de 2001 a modificar las contraindicaciones recogidas en los prospectos de este producto. El aviso coincidió con las primeras denuncias en el Reino Unido. En esta advertencia, la AEM advirtió del riesgo de sufrir convulsiones, en una incidencia que afecta a uno de cada mil pacientes. Un riesgo que se extiende a pacientes con tratamiento antialcohol, personas con anorexia o bulimia. Además de insistir en que «todo paciente susceptible de ser tratado con bupropión debe ser evaluado previamente para descartar posibles factores de riesgo», la agencia pública advirtió de los riesgos a enfermos con insuficiencia renal o hepática y diabetes, entre otros.

España es el páis europeo con cifras más altas de fumadores. Un 35,7% de la población está enganchada a la nicotina. El tabaquismo es, además, la primera causa de muerte, con 50.000 vidas anuales. 135 de cada mil personas que fallecen se lo deben al tabaco.

‘Zyntabac’

Este medicamento no se incluye en el régimen de la Seguridad Social, pero sólo se vende con receta médica. Comienza a usarse una semana antes de la fecha elegida para dejar de fumar.

El tratamiento se prolonga durante dos meses. La dosis inicial es de 150 miligramos durante tres días. Al cuarto, se duplica.

Este fármaco no pueden consumirlo pacientes epilépticos, ni psicóticos, enfermos tratados contra depresión, malaria o que abusen del alcohol. Tampoco mujeres embarazadas ni lactantes.

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