El Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado ayer 5 de junio, ha tenido como lema «Ciudades Verdes: Planear para el Planeta». En este sentido, la organización ecologistas Greenpeace ha presentado un decálogo de medidas para reducir el impacto de las ciudades en el medio ambiente.
Actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Las poblaciones urbanas consumen el 75% de los recursos naturales del mundo y generan el 75% de los residuos, según Greenpeace. Así, las ciudades se han convertido en consumidoras de enormes cantidades de recursos naturales y generadoras de impactos ambientales masivos.
Para prevenir y reducir estos costes ambientales, Greenpeace ha presentado un decálogo para ahorrar energía; impulsar la energía solar o reducir el consumo de agua. Este apartado considera que el problema no es la sequía sino el aumento sin límites del consumo de agua. Por ello, debe detenerse la promoción de actividades muy intensivas en el uso del agua y promoverse un uso más racional de este recurso.
Además, y según Greenpeace, la mayor parte de la producción de alimentos terminar en las ciudades. Sus habitantes pueden influir en las formas de producción agraria y pesquera rechazando el pescado que proviene de artes de pesca destructivas o demandando alimentos y productos sin sustancias químicas tóxicas.
